La inflación se exporta: suben las ventas al exterior por precios más competitivos

La economía española creció más de lo esperado en el primer trimestre. Concretamente, el PIB avanzó un 0,5% de enero a marzo, no como en otras ocasiones por el tirón del consumo, que se hundió un 1,3%, sino por la inversión y las exportaciones, que se dispararon un 5,8%, según datos del INE. En ambos casos la causa principal es la inflación, para bien y para mal. En el primer caso, para mal, ya que los elevados precios retuvieron el consumo de las familias en mínimos; también por la subida de tipos y la incertidumbre. En el segundo, para bien, porque la inflación se está ‘exportando’ a través de las ventas al extranjero, que se están disparando porque la inflación en España es más moderada que en la eurozona, lo que incita al resto de países a comprar productos en el nuestro antes que en otros competidores con tasas de IPC más elevadas. Así, las exportaciones de mercancías son ya un 5,4% superiores a las de antes de la pandemia, mientras que el consumo de los hogares aún está un 4,9% por debajo.

El índice de tendencia de competitividad (ITC) calculado con la inflación revela que en el primer trimestre mejoró la competitividad española frente a la UE y la OCDE debido a la «mayor moderación del IPC en España», según explicó la secretaria de Estado de Comercio, Xiana Méndez, la semana pasada. El índice cayó un 3,9% frente a la UE en el primer trimestre y un 2,8% respecto a la OCDE debido a la disminución del índice de precios relativos.