Bruselas exige a España que dedique al déficit el gasto en ayudas sociales
Insta al Gobierno a garantizar una política fiscal «prudente» y a limitar el aumento del gasto primario
La Comisión Europea ha recomendado este miércoles a España la supresión gradual de las medidas de apoyo a la energía para finales de 2023, a excepción del impuesto a las energéticas, y su eliminación total en 2024, al tiempo que ha animado a utilizar los ahorros correspondientes para reducir el déficit público para limitar el gasto y cumplir así con los requisitos fiscales exigidos para el próximo año.
Así se desprende del informe del semestre europeo que Bruselas ha presentado este miércoles y que, además, señala que en caso de que nuevos incrementos de precios hagan necesarias más medidas de apoyo, estas deberán ser fiscalmente asequibles y se destinen únicamente a proteger a los hogares y empresas más vulnerables.
En relación al regreso de las normas fiscales comunes —congeladas desde 2019 debido a la pandemia— que fijan un máximo de déficit público del 3% del PIB y una deuda del 60%, Bruselas ha instado al Gobierno español a garantizar una política fiscal «prudente» y en particular, a limitar el aumento nominal del gasto primario neto financiado a nivel nacional para 2024 a un máximo del 2,6% respecto al año anterior, lo que implica un ajuste estructural de al menos el 0,7% del PIB, de alrededor de 9.302 millones de euros.
Suponiendo que las políticas no varíen, las previsiones de primavera de 2023 de la Comisión prevén que ese gasto primario neto financiado a nivel nacional crezca un 1,4% en 2024, por debajo de la tasa de crecimiento recomendada.
Bruselas también anima a España a preservar la inversión pública financiada a nivel nacional y garantizar la absorción efectiva de las subvenciones del fondo de Recuperación y Resiliencia y otras ayudas de la UE, en particular para fomentar las transiciones ecológica y digital. Para el periodo posterior a 2024, el Ejecutivo comunitario pide que se siga aplicando una estrategia fiscal a medio plazo de saneamiento «gradual y sostenible», combinada con inversiones y reformas que propicien un mayor crecimiento, a fin de lograr una situación presupuestaria «prudente» a medio plazo hasta 2026.
Según el programa, se espera que el déficit de las administraciones públicas disminuya gradualmente hasta el 2,7% del PIB en 2025 y hasta el 2,5% en 2026. Por lo tanto, se prevé que el déficit de las administraciones españolas disminuya por debajo del 3% del PIB en 2025 y que el ratio deuda pública baje del 109,1% del PIB a finales de 2024 al 106,8% a finales de 2026. Asimismo, se espera que España mantenga el impulso en la aplicación constante de su plan de recuperación y resistencia y finalice rápidamente el capítulo de medidas energéticas.