El precio de los alimentos obliga al Gobierno a extender la rebaja del IVA
Decide hoy qué medidas del plan anticrisis se prolongan bajo la presión del control del gasto
La decisión está tomada. El Gobierno se verá obligado a extender algunas de las medidas del último plan anticrisis que vencen el próximo 30 de junio, ante la presión que el alza de precios sigue ejerciendo en el bolsillo de los consumidores. La vicepresidenta económica, Nadia Calviño, confirmó ayer que una de los planes que se prolongará será la rebaja del IVA de los alimentos básicos que, según datos de la Agencia Tributaria hasta abril, ya ha supuesto un coste vía ingresos para el Ejecutivo de unos 254 millones de euros.
La decisión se ha tomado ante la resistencia a la baja que está mostrando la cesta de la compra en los últimos meses. Y es que, a la espera de conocer los datos definitivos del mes de junio, la inflación de los alimentos aún se mantenía en el 12% en mayo. Es cierto que la cifra ha bajado desde el 12,9% de abril, pero aún es muy elevada afectando sobre todo a básicos como la leche, que se ha encarecido más de un 23% respecto a lo que costaba hace justo un año. «Estamos pendientes de los datos de los precios en junio, que no conoceremos hasta final de mes, y el jueves tendremos el primer avance. Pero sí se ve que el precio de los alimentos sigue estando elevado. Por eso creemos que se tiene que mantener la rebaja del IVA, pero siempre vinculado a cómo vayan evolucionando los precios en los próximos meses», indicó ayer Calviño en una entrevista en RNE.
No se espera que la medida se extienda a otros productos a los que hasta ahora no se aplicaba, como la carne o el pescado, que también se han encarecido mucho en este ciclo inflacionista.
El precio del pescado sí bajó un 2,7% en mayo, según los últimos datos del INE, pero aún sigue siendo un 3,6% más caro que hace un año. Respecto a la carne, acumula subidas en todas sus variedades, siendo la más afectada la de porcino, con un alza de más del 16% respecto a mayo de 2022.
Con este telón de fondo, el Consejo de Ministros aprobará el martes la extensión de esta medida, que en un principio el Gobierno también planteaba suprimir si la inflación subyacente bajaba del 5,5%. A día de hoy, esa referencia que excluye de su cálculo los precios de la energía y de los alimentos frescos, se mantiene por encima del 6%, situando su diferencia con el IPC general en casi tres puntos.
Más efectivas parecen haber sido otras medidas anticrisis que también es previsible que se extiendan, como las adoptadas para incentivar el transporte público. Pero hay dudas sobre otras como la bonificación al combustible de los transportistas profesionales, en un momento en el que los precios de la energía han descendido de forma notable.
En concreto, el precio del petróleo superaba con holgura los 120 dólares cuando la ayuda de 20 céntimos por litro se puso en marcha. A finales de año, cuando se sacó a los particulares de la bonificación, rondaba los 85 dólares. Ayer, el barril de Brent cotizaba en 74.
El aviso de Bruselas
A eso se suma la presión cada vez mayor por parte de los distintos organismos nacionales e internacionales para que el Gobierno vaya retirando las medidas de gasto público, acelerando la senda de consolidación para cumplir con los objetivos de déficit y deuda pactados con Bruselas.
El Banco de España ha sido el más insistente en este punto, con el gobernador, Pablo Hernández de Cos, recordando en prácticamente todas sus intervenciones públicas la necesidad de medir al milímetro estas ayudas para que queden solo en el entorno de los colectivos más vulnerables. Calviño solo avanzó ayer que, con la perspectiva de que la inflación siga en descenso, las medidas anticrisis dejarán de ser necesarias «poco a poco».