La economía se ralentizó al 0,4% en primavera pese a la mejora del consumo
Frena su avance anual al 1,8%, muy por debajo del 4,2% del primer trimestre
La economía ralentizó su crecimiento en el segundo trimestre, en el que el PIB avanzó un 0,4% interanual, una décima menos que en el primero, y sostenido por el consumo pese a la elevada inflación y la subida de tipos. El PIB español creció también gracias al impulso de las exportaciones y, en particular, al tirón del sector turístico, pero con un enfriamiento de las cifras en comparación con los tres primeros meses del año.
A nivel anual el frenazo es más evidente. Desde el 4,2% que creció la economía de forma interanual en el primer trimestre, al 1,8% que avanzó en primavera (de abril a junio), según adelanta este viernes el Instituto Nacional de Estadística (INE), que indica que la actividad económica se vio impulsada en el segundo trimestre del año tanto por el consumo como por la inversión, frente al retroceso de las exportaciones e importaciones.
De esta forma, la economía española perdió fuerza en el segundo trimestre en contra de lo esperado por el Banco de España, que pronosticaba un crecimiento del 0,5%, el mismo que en el primer trimestre. Es solo una décima menos que las estimaciones de la mayoría de organismos pero denota un cambio de tendencia pese a que el consumo de los hogares mejoró respecto a la primera parte del año, con un crecimiento del 1,6% tras dos trimestres en negativo. Además, el gasto público avanzó un 1,5% frente al retroceso del 1,6% del primer trimestre.
La parte final de 2022 se vio muy afectada por la caída del consumo de los hogares, pero entonces se compensó por el gran tirón de las exportaciones y el turismo. El PIB creció un fuerte 0,5% en el primer trimestre pese a que la demanda nacional, hasta entonces gran soporte de la economía, retrocediera. Pero en el segundo trimestre las exportaciones caen un 4% respecto al anterior y la fuerza pasa al consumo, así como a los sectores de comercio, hostelería (1% más que en el primer trimestre), construcción (2,8%) y la educación y sanidad (1,9%).
Desde el Ministerio de Economía valoran positivamente estos datos y destacan la «pujanza» de la demanda nacional y la mejora de la inversión en construcción, bienes de equipo y consumo de los hogares. Pese a ello, este crecimiento del 0,4% es el más bajo desde hace un año. Lo mismo ocurre con el crecimiento interanual, que no se situaba por debajo del 2% desde el confinamiento por la pandemia.
Para Raymond Torres, de Funcas, España se está viendo beneficiada «por el viento de cola que proviene del cambio de pauta de la demanda global hacia los servicios turísticos y no turísticos, en detrimento de los bienes industriales».
Las previsiones del Gobierno apuntan a un avance del 2,1% del PIB este año, pero organismos de la talla del FMI daban un espaldarazo a las cifras españolas y calculaban esta semana que el crecimiento será del 2,5%, un punto por encima de lo previsto hace solo tres meses por el tirón del turismo.