Las olas de calor ponen en jaque la gran industria turística de España
El cambio climático reducirá los viajes a países mediterráneos en busca de buen tiempo y el norte peninsular será el gran beneficiado
Las altas temperaturas que se están registrando en Europa debido a las olas de calor que trae el cambio climático tiene consecuencias negativas para la industria turística española ya que muchos de los turistas que buscaban en España el destino donde huir del frío de sus países dejan de tener esa necesidad.
En Fráncfort se han llegado a registrar 36 grados de temperatura en julio, así como en algunas ciudades de Bélgica y Holanda donde se han superado los 30 grados las pasadas semanas. Por no hablar de Italia, donde se ha activado la alerta roja en 16 ciudades al superar los 45 grados.
Además de no necesitar salir de sus países para encontrar buen tiempo, también se une que el calor extremo que afecta a España ahuyenta a parte de los turistas hacia otros países menos cálidos.
«Las olas de calor pueden reducir el atractivo del sur de Europa como destino turístico a largo plazo», lo que tendría consecuencias económicas negativas dada la importancia del sector en España.
Así lo asegura la agencia crediticia Moody’s, que pone el foco en nuestro país al indicar que el aumento esperado de los fenómenos climáticos extremos en los próximos años «tendrá efectos negativos, incluyendo el menor atractivo de los países mediterráneos, como España».
Entonces, ¿provocará el cambio climático que se modifiquen los patrones del turismo? No es una pregunta sencilla de contestar y desde Exceltur, la patronal del sector turístico español, responden que no tienen datos concretos sobre el efecto que el cambio climático está teniendo en el mercado turístico por ahora.
Pero el tema ya aparece en el último informe de la European Travel Commission (ETC) y cuando se les pregunta a los europeos por sus principales preocupaciones a la hora de viajar, el 7,6% habla de eventos climáticos extremos. Es la sexta preocupación en orden de importancia, aunque está todavía bastante lejos de lo que más preocupa, que es, para el 24% de los encuestados, si subirá el precio de las vacaciones. «Es probable que las altas temperaturas estén impactando en los patrones turísticos en Europa», reconoce Eduardo Santander, director ejecutivo de la ETC.
«Los europeos están cambiando sus hábitos turísticos a medida que los costes y las temperaturas suben en el verano», señala Santander, apuntando que el porcentaje de viajeros que planean viajar en los meses de verano -los más calurosos y los más caros- ha decrecido en comparación al año pasado. Octubre y noviembre, por el contrario, han subido. «Esto se puede atribuir a las condiciones climáticas más suaves o a los precios más bajos durante los meses de otoño», dice.
Aun así, en este verano, se está viajando. Y se está viajando mucho. «Los datos todavía apuntan a un sector turístico fuerte en Europa», asegura Santander. España es el destino favorito para los viajeros europeos entre junio y noviembre, superando a Francia, Italia, Grecia y Croacia.
Si se hace zoom en el mercado español, los últimos datos de Exceltur revelan que aunque los grandes destinos del litoral están a la cabeza de la facturación prevista para este verano, se cuelan en los primeros puestos de la tabla algunos destinos de la España Verde y la Cordillera Cantábrica. Las comunidades del norte vivieron un ‘boom’ de visitas durante los años pandémicos, cuando creció el turismo interior. Y están también entre esos destinos que las estadísticas muestran en importante crecimiento. Cabe preguntarse entonces si esas cifras pueden ser un indicador de un cambio de modelo, beneficiadas por su clima más suave.
Ln concreto, la facturación ha crecido casi un 26% en Baleares desde el verano de 2019, situándose en primera posición. La sorpresa llega con el segundo y tercer puesto con Asturias y País Vasco, ambas con un crecimiento superior al 20% frente al verano de 2019. Por encima del 15% se sitúan también Cataluña, Madrid, Galicia y Andalucía, según las cifras de Exceltur. Desde el Clúster Turismo de Galicia indican que las cifras que se manejan para este verano son muy buenas, entre el 70% y el 90% de ocupación media en la región, llegando al 100% en algunas zonas.
Medir qué impacto tiene en las vacaciones de este verano el cambio climático puede resultar complejo, pero lo que sí está claro es que la industria del turismo tiene muy presente el problema y también es consciente de que puede tener consecuencias en el medio y largo plazo. «Es evidente que el cambio climático nos van a afectar a todos y que también influirá en los flujos turísticos», responden desde el organismo gallego, por lo que, en su caso, han convertido a la sostenibilidad en uno de los ejes transversales de su plan director.