El ‘boom’ de turistas americanos trata de compensar el desplome de asiáticos
Una de las sorpresas que ha traído el fin de la pandemia al sector turístico ha sido el ‘boom’ de llegadas de viajeros procedentes de Estados Unidos y Latinoamérica a España. Se trata de un tipo de turismo «muy positivo» porque al ser viajes de largo radio las estancias son más largas que las de los turistas europeos y el gasto en hoteles, restauración y ocio también es mayor, según explican fuentes del sector.
El propio Banco de España revela que la estancia media de los turistas ha crecido un 4% en lo que llevamos de año por la «diversificación de los mercados de origen» y el «mayor peso de los mercados de larga distancia, como EE UU o México» tras la pandemia. Desde la patronal turística Exceltur apuntan además a que la subida de los precios de los billetes de avión «obliga a los turistas a compensar ese mayor coste del viaje con más días de estancia». Los datos no dejan lugar a dudas: los turistas internacionales gastan un 30% más en sus viajes a España por el aumento de la demanda y la inflación. En concreto, un turista pasó de gastar una media de 148 euros diarios en enero a 185 euros en mayo, según cifras del INE.
Hasta el mes de mayo llegaron a nuestro país más de 1,29 millones de personas procedentes de Estados Unidos, un 61% más que en el mismo periodo del año pasado e incluso un 15% por encima de las cifras de 2019, récord hasta ahora. Los datos de Estadística revelan también que los turistas procedentes de Latinoamérica han ascendido hasta los 1,72 millones de enero a mayo, un 46% más que en 2022 y un 23% más que en 2019.
Un ‘boom’ de llegadas que está logrando compensar el desplome de los turistas asiáticos en general, y japoneses y chinos en particular. En concreto, el número de pernoctaciones en hoteles de turistas procedentes de EE UU aumentará casi un 23% respecto al verano de 2019, según las previsiones de Exceltur, y un 15% las reservas de latinoamericanos. Sin embargo, las noches de hotel de turistas chinos se desplomarán un 62% este verano con respecto al de antes de la pandemia, así como el de japoneses, que caerá un 57%.
Y es que tras el auge por la reapertura del país tras la pandemia, la recuperación de China está perdiendo ímpetu. Las últimas previsiones del Fondo Monetario Internacional (FMI) apunta a que la economía mundial crecerá ‘solo’ un 3% en 2023 y 2024, medio punto menos que en 2022 y muy por debajo de la media histórica.
Uno de los responsables es China, donde se registrará un frenazo en el crecimiento del PIB (5,2% este año y 4,5% el siguiente, lejos de las cifras a doble dígito previas a la pandemia) por el debilitamiento de la inversión y demanda externa han elevado el nivel de desempleo entre los jóvenes (en mayo rozó el 21%, máximo histórico) y con ello, el desplome de los viajes de sus ciudadanos a países del extranjero.