La subida de tipos lleva a renegociar hipotecas pero sin el código del Gobierno
El número de solicitudes de hogares afectados para acogerse al mecanismo apenas abarca unas 10.000 en sus seis meses de vida
Seis meses después de su puesta en funcionamiento y tras casi un año y medio con el euríbor disparado, los clientes afectados por las subidas de hipotecas apenas se están refugiando en el código de buenas prácticas acordado entre el Gobierno y las patronales del sector a finales de 2022.
El alza vertiginosa de los tipos de interés oficiales (han pasado del 0% de julio del año pasado al 4,25% de este ejercicio, tras la última subida autorizada por el Banco Central Europeo) ha provocado un incremento de cuotas que en muchos casos se está sufragando con los ahorros acumulados durante los últimos años;en otros, ajustándose el cinturón lo máximo posible; y en una pequeña parte de los casos, con las medidas de ayuda incluidas en el pacto que permitía flexibilizar las condiciones de las hipotecas contratadas a tipo variable.
Han sido 33.000 las peticiones de clientes para acogerse al código de buenas prácticas. Y muchas menos, unas 10.000, las resoluciones acordadas, según fuentes del sector financiero. ¿No hay problemas en las familias para asumir las nuevas cuotas hipotecarias? Sí. Pero han encontrado, o se les ha ofrecido por parte de sus respectivos bancos, otras vías para hacer frente a esa situación. Básicamente con una negociación individualizadas, de tú a tú, para pactar nuevas condiciones como la extensión de los plazos del crédito;reducción del interés cobrado durante un periodo concreto de tiempo (las conocidas como carencias)y otras medidas similares.
La aceptación y puesta en marcha del código de buenas prácticas no solo supone acogerse a algunas de las medidas incluidas en el documento, sino que además implican un impacto contable para los bancos al tener que registrar esos préstamos con una categoría de mayor riesgo ante las autoridades financieras, como si fueran fallidos.
Ampliación de los requisitos
Es una de las condiciones impuestas en el documento aprobado por el Consejo de Ministros a finales del año pasado. En ese texto se incorporaron otras medidas permitirá, entre otras medidas como la posibilidad de reducir el tipo de interés que se aplica a los créditos de los hogares en situación vulnerable. También otras actuaciones como la ampliación de las hipotecas para ese colectivo o pasan por agilizar el desendeudamiento de cualquier familia que quiera hacer frente a la súbita subida de tipos de interés.
En la campaña electoral de las generales del 23 de julio, el PSOE incluyó la promesa de elevar la cobertura a las familias hipotecadas a tipo variable y con rentas anuales de hasta 37.000 euros frente a los menos de 29.000 euros que, en muchos casos, regía hasta ahora. «Queremos llegar a las clases medias con este nivel de ingresos de 37.800 euros. Eso supondrá que puedan ampliar el plazo de la hipoteca en siete años y congelarla el primer año.
Para un crédito de 150.000 suscrito en 2018 supondrá ahorrar 300 euros al mes», planteaba la vicepresidenta económica del Ejecutivo, Nadia Calviño, en una de sus intervenciones de campaña.
Sin embargo, la banca no está muy por la labor de modificar el actual código. Consideran que aún no ha desplegado todos sus efectos. Y, lo que es más importante para el sector, no lo ven necesario visto cómo han evolucionado las peticiones para acogerse al mismo, frente a las opciones personalizadas de negociación de cada cliente.
Cuotas no tan ‘altas’
Además, en la última ronda de presentación de resultados del sector financiero, la mayor parte de los bancos insistían en que las hipotecas no han subido una media de 300 euros, sino en mucha menor proporción. El más tajante en este sentido fue el consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar. El viernes, el ejecutivo apuntaba que el de las alzas de tipos es un «problema gestionable» porque los incrementos medios de las hipotecas de CaixaBank se sitúan «entre los 90 y los 110 euros al mes», ha explicado. «No tenemos un problema masivo al que hacer frente», ha insistido Gortázar, descartando que la subida de hipotecas «sea de 300 euros como se habla», sino que la media es mucho más baja.
De hecho, ha anticipado que el euríbor cerrará el año por debajo del 4% y en abril de 2024 estará en un nivel inferior al de este ejercicio. «El problema va de más a menos», ha vaticinado. Otras entidades, como Sabadell, insisten en esa realidad. En su caso, el incremento medio de sus hipotecas ha sido de unos 79 euros., según el último dato disponible del grupo, referenciado a mayo. En cualquier caso, muchos ciudadanos cargan sobre sus espaldas dos revisiones anuales al alza seguidas.