Moody’s reclama más ajustes en las pensiones para no rebajar la calificación de España
El debate sobre el sistema de pensiones no se cierra ni siquiera unos pocos meses después de que el Gobierno culminara la reforma que pretende garantizar su sostenibilidad para las próximas décadas. Es necesaria una contrarreforma.
Así al menos lo sostiene la agencia estadounidense de calificación Moody’s, que se suma a otros organismos como la Autoridad Fiscal Independiente (Airef) o el Banco de España que piensan que el país aún no ha hecho los deberes en esta materia. Y hace una clara advertencia a las autoridades: o el Ejecutivo lleva a cabo más ajustes en el sistema —que implicarán, por tanto, nuevos recortes— o de forma irremediable el déficit se disparará al 3,2% en 2040 y esto afectará de manera negativa a la calificación crediticia de España, situada actualmente en ‘Baa1’ con perspectiva estable, lo que encarecería las emisiones de deuda y, por tanto, complicaría su financiación.
Moody’s estima, en un informe publicado este miércoles, que si no se llevan a cabo medidas adicionales a las establecidas en la reciente reforma, que eleva exponencialmente los gastos del sistema al vincular por ley la subida de las pensiones con el IPC, el déficit de la Seguridad Social se incrementará hasta el 1,4% para 2030 y hasta el 3,2% para 2040, frente al 0,5% de 2022.
La reforma diseñada por el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, se ha aferrado a la vía de conseguir más ingresos principalmente con una triple subida de cotizaciones: para todos los trabajadores a través del mecanismo de equidad intergeneracional (MEI) que busca llenar la hucha de las pensiones para pagar las pensiones del ‘baby boom’; la subida de un 30% de las bases máximas, y la denominada ‘tasa de solidaridad’ para las rentas más altas. Gracias a todas las medidas contempladas en la reforma de Escrivá, los ingresos crecerán alrededor del 1% del PIB en su punto máximo —según estimaciones de Moody’s—, lo que pone en evidencia que se trata de un aumento insuficiente para equilibrar el sistema, en números rojos desde hace años.
Además, la firma advierte que «los ingresos podrían ser inferiores si las nuevas medidas tienen efectos económicos indeseables», ya que «algunas estimaciones apuntan que provocarán una pérdida de empleo permanente de más de 100.000 puestos de trabajo», algo «especialmente relevante para un país como España, donde la tasa de desempleo sigue rondando el 12% a pesar de las mejoras de la última década».