Las hipotecas variables ganan peso en pleno desplome del mercado

Tipos cada vez más altos, requisitos cada vez más exigentes y un ahorro cada vez más escaso. El cóctel al que se enfrentan las familias españolas al plantearse comprar una casa no puede ser más amargo. En total, en julio se constituyeron 29.223 hipotecas sobre viviendas, un 18,8% menos que en el mismo mes de 2022, sumando seis meses consecutivos de caídas y cinco —desde marzo— en los que el desplome ha superado el doble dígito, según la estadística difundida por el INE.

«La ralentización del mercado es cada vez más evidente», explica Ferrán Font, director de estudios del portal Pisos.com. «Las poco más de 29.000 hipotecas concedidas significan la cifra más baja de julio desde el 2020», añade.

Si se comparan los datos de hipotecas respecto a los de compras de vivienda, se puede observar que la caída es mucho más abultada en las primeras. «En este mes la comparativa se sitúa en un 61% cuando habitualmente los créditos se han situado alrededor del 70% de las compras», apunta Font. De este modo, parece confirmarse que muchas compras se mantienen sin necesidad de hipoteca. En todo caso, uno de los principales motivos de la tendencia a la baja de la firma de hipotecas, sin duda, el ajuste del mercado a la subida de tipos de interés del Banco Central Europeo (BCE) que, a su vez, tiene su principal reflejo en la escalada del euríbor.

Así, el interés medio los préstamos para vivienda se situó en julio en el 3,24%. Para hacerse una idea de la escalada, hace apenas un año -cuando el organismo monetario inició las subidas de tipos- se situaba en el 1,92%. Y hay que retroceder a agosto de 2016 para encontrar un nivel similar al actual. La escalada se ha notado sobre todo en las hipotecas a tipo fijo, con los bancos intentando desincentivar esta clase de préstamos para hacer más atractivos los variables, donde ahora consiguen mayor rentabilidad.