El Estado paga un 3,87% por las letras a 12 meses, máximos desde 2012
La demanda de los particulares vuelve a dispararse ante unas rentabilidades que superan con creces las ofrecidas por los bancos
El apetito por las letras del Tesoro repunta con fuerza en la primera subasta de octubre. La ligera desaceleración experimentada por la rentabilidad de la deuda a corto plazo durante el verano ha quedado en un espejismo y, acompañando el repunte de los intereses en los mercados secundarios donde se negocian estos títulos, el Estado ha vuelto a pagar cifras casi de récord en la subasta de este martes.
En concreto, el organismo dependiente del ministerio de Economía ha pagado un interés marginal del 3,876% por sus letras a 12 meses, notablemente superior al 3,68% de la anterior subasta al mismo plazo y un nuevo máximo desde julio de 2012, en plena crisis de deuda soberana.
Con estos números sobre la mesa, la demanda se ha mantenido especialmente fuerte y ha sobrepasado con creces la oferta. Para hacerse una idea, el Tesoro ha colocado finalmente 3.535 millones de euros en este tipo de deuda a un año, frente a los 6.340 millones solicitados por los inversores.
La situación se ha repetido en las letras a seis meses, donde el Tesoro también ha tenido que pagar más. En concreto, un 3,83% frente al 3,679% de la subasta anterior al mismo plazo. También son máximos desde 2012 y la demanda ha superado los 2.828 millones de euros, más que doblando los 1.037 que finalmente se han adjudicado.
Los particulares han vuelto a ser especialmente activos en sus solicitudes, tal y como reflejan los datos de órdenes no competitivas, que en su mayor parte responden a este grupo de inversores. En el caso de las letras a 12 meses, por ejemplo, se solicitaron 754,55 millones de euros, el importe más elevado desde agosto. Así, las estadísticas del Tesoro no solo certifican el mayor coste de financiación que está asumiendo el Estado al calor de la última subida de los tipos de interés del Banco Central Europeo (BCE), actualmente en el 4,5%. También la firme apuesta de las familias por esta clase de activo, ante la resistencia de los grandes bancos a remunerar el ahorro de sus clientes a través de los depósitos.
Según los últimos datos públicos, los particulares han pasado de tener 1.826 millones de euros invertidos en letras a finales de 2022 a rozar los 17.000 a cierre de junio. Su peso en este mercado ha pasado así del 2,4% al 23,39%. Una cifra nunca vista que ha provocado que ya en mayo este colectivo superase incluso a los bancos por volumen de inversiones. En concreto, las entidades de crédito residentes tenían a cierre de junio 12.197 millones en letras del Tesoro, suponiendo un 17,8% del total.