Ribera avisa de que el impuesto energético no cumple los requisitos para ser permanente
La ministra matiza a Sumar que no se habla de suprimir el gravamen sino de modificarlo
La vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, volvió a insistir este viernes en que el impuesto a las energéticas está en fase de «rediseño», tal y como adelantó en una entrevista a este diario el pasado fin de semana, y a la espera del informe técnico con el que se espera resolver las tensiones que esta figura está generando con los socios de coalición. Los miembros de Sumar llevan días advirtiendo al PSOE de que, dentro del pacto de Gobierno, es «fundamental» hacer permanente esos gravámenes —también el que afecta a los grandes bancos— que hasta ahora tienen carácter de temporal. El equipo de Yolanda Díaz teme que la presión ejercida por grandes empresas como Repsol o Endesa —que han amenazado con reducir sus inversiones o frenar proyectos en el país por esa mayor carga fiscal— lleve a eliminar el impuesto. Pero Ribera insistió ayer en que se valora su modificación, en ningún caso la supresión del mismo. Es el mensaje más repetido en los últimos días desde el Ministerio: la tasa, tal y como se diseñó en su día «es posible que no cumpla los requisitos para ser permanente o para que perdure en el tiempo (...) pero yo no he oído a nadie decir que se va a suprimir», indicaba ayer la ministra en una entrevista a la Cadena Ser desde Dubai, donde estos días se celebra la COP28. Inversión verde Teresa Ribera explicó que «si vamos a trabajar en algo que toma como referencia los beneficios extraordinarios, tenemos que ver cómo se reformula al no tratarse de una solución puntual, sino de algo que dure en el tiempo y sea compatible con la necesidad de la inversión masiva» para la transformación energética. «Yo creo que de lo que se trata es de que técnicamente las cosas estén bien resueltas, teniendo en el punto de mira qué pasa con esos beneficios extraordinarios, asegurando también que podemos garantizar una transformación muy ágil y muy rápida», apuntó. En el mismo sentido se ha manifestado estos días el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quien ha dejado entrever que el impuesto sobre el que ya trabajan los técnicos y que entraría en vigor el 1 de enero de 2024, tendría un menor impacto sobre aquellas empresas que fomenten esas inversiones encaminadas a la transición verde.
Cabe recordar que la última actualización del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima prevé que la generación de energía renovable alcance el 81% del sistema, con una inversión estimada en 294.000 millones de euros hasta 2030. Buena parte de ese capital debe ser movilizado por el sector privado, con lo que mantener el apoyo de las empresas, especialmente de las grandes, resulta clave en esa estrategia.