Diario de León

El Banco de España pide eliminar las ayudas del IVA de luz y alimentos

De Cos considera que deberían revertirse ya para reducir el déficit y reconducir la inflación

Pablo Hernández de Cos en una imagen de archivo. DAVID BORRAT

Pablo Hernández de Cos en una imagen de archivo. DAVID BORRAT

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El Gobierno acaba de extender hasta junio la rebaja del IVA de los alimentos básicos, hasta abril mantiene el IVA del gas al 10% —en lugar del 21% habitual— y el de la luz todo el año al 10%. Una decisión con la que no está de acuerdo el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, que en su artículo ‘Anuario España 2024’ de EY Insights publicado este martes indica —aunque sin apuntar directamente al Ejecutivo de Pedro Sánchez— que «los gobiernos deberían revertir las medidas de apoyo asociadas a la crisis energética» y que la orientación de la política fiscal «debería ser restrictiva ya en 20224 para reducir los elevados niveles de deuda pública y déficit estructurales de algunos países».

Hernández de Cos, que también es miembro del Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) considera que esto es «esencial para evitar que aumenten las presiones inflacionistas, lo que haría necesaria una orientación aún más restrictiva de la política monetaria». En este sentido, asegura que es importante alcanzar pronto un acuerdo sobre la reforma del marco de gobernanza económica de la Unión Europea (UE).

Pero el ‘escudo social’, como lo llama el Gobierno, se compone fundamentalmente de rebajas fiscales que se han ido actualizando desde 2021. Pero la situación ya no es la misma: la inflación ha bajado, no ha habido recesión y, sobre todo, hay que cumplir las reglas fiscales que Europa recupera a partir este año. España se ha comprometido con Bruselas a reducir el déficit público al 3% del PIB en 2024 y, para ello, hay que recortar ayudas que merman la recaudación, mientras que el impacto fiscal del último decreto anticrisis aprobado la semana pasada asciende a 2.500 millones de euros. En sus últimas previsiones macroeconómicas de hace unas semanas, el Banco de España apuntó a que la inflación de 2024 será del 3,3%, un punto menos de lo previsto hace solo tres meses precisamente por la previsible extensión de las subvenciones fiscales durante el primer semestre.

Reducción de la inflación

Durante la presentación del informe, el director de Economía, Ángel Gavilán, hizo hincapié en que este impacto inmediato en los precios se devuelve en cuanto se revierten las medidas, y por ello su previsión de inflación para 2025 había aumentado dos décimas hasta el 2%. A nivel eurozona, el gobernador confía en que la tasa de inflación mantendrá en 2024 la tendencia descendente, pero advierte de que el ritmo de desaceleración de los precios será «más lento» debido a efectos base al alza y a la retirada gradual de las medidas fiscales adoptadas durante la crisis energética.

En la eurozona, tal y como anticipó la presidenta del BCE, Christine Lagarde en su última rueda de prensa, el gobernador advierte de que hubo un repunte temporal de la tasa de inflación en diciembre después de que la escalada de los precios en la eurozona se moderase al 2,4% en noviembre. Y para 2025 espera que la inflación llegue al objetivo de precios del BCE marcado en el 2%.

En este contexto, De Cos recordó que el BCE decidió mantener en diciembre sin cambios los tipos de interés, con la convicción de que si se mantienen al nivel actual durante el tiempo suficiente, es muy probable poder alcanzar el objetivo de inflación del 2% en el medio plazo. En este sentido, recalcó que la evolución reciente de la inflación y las mencionadas proyecciones «así lo apoyan» y señaló que han ganado «confianza» sobre estas previsiones, dado que los errores de previsión «han sido reducidos en los últimos meses».

En su análisis, reconoció que el área del euro ha experimentado en los dos últimos años el episodio inflacionista «más intenso de su historia» y, como consecuencia, la respuesta de la política monetaria ha sido también «muy contundente, con un endurecimiento monetario que no tiene precedentes ni en su magnitud ni en su rapidez».

De Cos achacó la desaceleración del alza de precios en los últimos meses a la evolución del componente energético y las menores presiones de las cadenas de suministro, así como al propio impacto del endurecimiento de la política monetaria.

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