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El Ibex reclama a Sánchez encuentros formales en España tras el foro de Davos

Los empresarios quieren abordar «de forma real» los retos actuales

Pedro Sánchez durante su intervención en el foro de Davos este miércoles. FERNANDO CALVO

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León

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La instantánea del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, junto a algunos de los principales ejecutivos de las empresas del Ibex-35 no ha dejado un buen sabor de boca a buena parte de los empresarios que se reunieron en Davos (Suiza) con motivo del Foro Económico Mundial. Un esporádico encuentro de unos minutos en los que las caras largas y los gestos contrariados ensombrecieron las palabras de Sánchez sobre la evolución y los retos de futuro de la economía.

El miércoles, Moncloa consiguió la fotografía de la reunión, a la que acudieron todos los empresarios que estaban en Davos. Lo hicieron por deferencia al presidente del Gobierno y todo el equipo económico que se encontraba con él en Suiza, como viene ocurriendo desde 2019. Sin embargo, la sensación empresarial no fue demasiado buena después de los últimos meses de fricciones entre el Ejecutivo y las grandes multinacionales

Una buena parte de los directivos de las empresas del Ibex que participaron en ese foro defienden ahora que Pedro Sánchez les convoque en el Palacio de la Moncloa para abordar todas las cuestiones relativas a sectores como el energético, la banca, las tecnológicas o las constructoras con «propuestas concretas» y un «diálogo que sea fructífero para afrontar las reformas» que necesita España. Son algunas de las consideraciones que parte de esas empresas han trasladado a este diario para que la foto de Davos no se quede precisamente en eso. En una mera instantánea de un momento «puntual», insisten.

Desde las cúpulas de algunas de las grandes empresas españolas abogan por la necesidad de abrir varios frentes de conversación con el Gobierno ante los retos que se avecinan en un contexto económico en el que España no será inmune al menor crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) de Europa, aunque lidere ese alza en 2024 entre las grandes potencias. Aunque los ejecutivos tampoco aprovecharon su reunión cara a cara con Sánchez para abrir esas mesas de diálogo o al menos plantearle esta opción, esas fuentes insisten en la necesidad de que las grandes compañías del Ibex sean las que tiren de la economía en los próximos años. «Los riesgos a los que nos enfrentamos nos llegan desde fuera, donde la competitividad de otros muchos países nos lleva la delantera», apunta un alto ejecutivo cuya empresa cotiza en el índice bursátil. Se refiere sobre todo a las cuestiones vinculadas a la digitalización de la economía, la inteligencia artificial y, sobre todo, a la necesidad de agilizar todos los procesos burocráticos en la Administración del Estado. Aunque la cuestión más espinosa de todas las sigue siendo la de los impuestos. En el caso de la banca y de las energéticas, por el gravamen extraordinario que ha sido prorrogado para este ejercicio aun con excepciones en el caso energético por las deducciones verdes que pueden minimizar la factura fiscal de empresas como Repsol, Iberdrola, Endesa, Cepsa o Naturgy, entre otras. Caso aparte es el de la banca, cuyo impuesto seguirá vigente, lo que afectará a las cuentas de Santander, BBVA, CaixaBank, Sabadell, Bankinter o Unicaja.

INTERVENCIÓN ESTRATÉGICA

Porque más allá de la instantánea, los directivos que acudieron a la llamada de Sánchez lo hicieron para tratar asuntos generales sin adentrarse en las polémicas que han enturbiado sus relaciones: hablaron, sobre todo, de inteligencia artificial, de perspectivas económicas y de la industrialización de Europa. Entre ellos estaba el presidente de Naturgy, Francisco Reynés, compañía sobre la que Economía estudia la posibilidad de limitar la entrada del fondo BlackRock en su accionariado. Y el presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete. El Estado quiere desembarcar en la operadora con la adquisición de hasta un 10% de su capital a través de la SEPI. El encuentro llegó tras las palabras de Sánchez anticipando una mayor intervención estatal en compañías estratégicas.

Para el Ejecutivo, ese encuentro se desarrolló en «un buen ambiente». Entre otros, estaban algunos de los ejecutivos más hostiles con el Gobierno de coalición durante el último año: el presidente de Ferrovial, Rafael del Pino.