Arranca en la construcción el primer gran plan de pensiones de empleo sectorial
Este jueves arrancó el primer plan de pensiones sectorial que puede beneficiar en el corto plazo a un millón de trabajadores por cuenta ajena y 400.000 autónomos. Se trata del primer gran plan de pensiones sectorial respaldado por un convenio colectivo que desarrolla la nueva regulación que puso en marcha el anterior ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, al crear la figura de los planes de pensiones de empleo simplificados, como el que ahora ha echado a andar para el sector de la construcción.
La Fundación Laboral de la Construcción, formada por la Confederación Nacional de la Construcción (CNC), CCOO y UGT, ha sido la primera entidad partícipe del plan de pensiones de empleo simplificado del sector de la construcción. Dicho plan se ha integrado ya en el fondo de pensiones que gestionará VidaCaixa y que ha empezado a recibir las contribuciones tanto de grandes constructoras como de pymes y autónomos desde hoy. Las empresas tienen de plazo hasta el 30 de abril para realizar las contribuciones correspondientes a 2022, 2023 y enero de 2024. Estas aportaciones tendrán un carácter mensual y se abonarán al mes vencido. La Confederación Nacional de la Construcción (CNC), patronal del sector, CC.OO. del Hábitat y UGT-FICA prevén que el volumen del plan de pensiones sea próximo a los 3.000 millones de euros en el plazo de 10 años.
El VII Convenio General de la Construcción recoge el incremento salarial acordado del 10% entre 2022 y 2024, que condiciona las aportaciones al plan: del 4% de aumento para 2022, un 1% irá destinado al plan de pensiones; mientras en 2023 el incremento salarial es del 3%, manteniendo la misma aportación al Plan de Pensiones. Finalmente, en 2024 los salarios subirán un 2,75% y se realizará una aportación de un 0,25% adicional, añadida a la misma de los años anteriores.
Como ministro de Seguridad Social Escrivá priorizó los planes colectivos frente a los planes de pensiones individuales. Para ello, se limitó la aportación máxima en los individuales a 1.500 euros al año, mientras que en los planes de pensiones de empleo se puede llegar a 8.500 euros anuales.