La pandemia destapa 6.000 millones de euros anuales de economía sumergida
En el primer año de la pandemia la caída de la recaudación por parte de la Agencia Tributaria excedió el 11% que se desplomó el Producto Interior Bruto (PIB), lo que probablemente se debió a un aumento de la economía sumergida por el descenso de la actividad económica reglada. En cambio, un informe de EsadeEcPol revela que el crecimiento de la recaudación fiscal (sobre todo de IVA) entre 2021 y 2023 superó las previsiones y los niveles prepandemia, lo que indica el afloramiento de la economía sumergida.
Es decir, el porcentaje del consumo de hogares que tributa IVA creció entre seis y siete puntos sin que hubiese variaciones significativas de la normativa, «algo que solo puede explicarse por afloramiento», explica el texto firmado por Francisco de la Torre, director de fiscalidad de EsadeEcPol e inspector de Hacienda. Así, este incremento de las bases sometidas a control llevó a un aumento de la recaudación del IVA de unos 6.000 millones de euros anuales tanto en 2022 como en 2023.
«Para explicar qué puede haber ocasionado este mejor cumplimiento, hipotetizamos que durante la pandemia se habrían producido cambios sociales que aumentaron los pagos con tarjeta, disminuyendo el porcentaje de transacciones en efectivo, que no están igualmente controladas por la Agencia Tributaria», explica el informe, que analiza los datos de pequeñas transacciones del Banco de España en el periodo 2019-2023, distinguiendo entre pagos de ventas con tarjeta y retiradas de efectivo en cajeros automáticos. Así se observa que aumentó el consumo pagado con tarjeta de crédito y las retiradas de efectivo apenas crecieron.