El BCE desinfla la posibilidad de bajar las hipotecas antes de junio

A pesar de los cantos de sirena que susurran al Banco Central Europeo (BCE) para que adelante la bajada de tipos de interés a esta primavera, la presidenta de la institución, Christine Lagarde, ha dado casi por seguro que será en junio cuando tomen esa decisión. Y lo harán a pesar de los buenos datos de inflación que está dejando la zona euro en este inicio de año, con una tasa del 2,6% hasta febrero, cada vez más cercana al objetivo del 2% que persigue desde que comenzó la crisis de precios, hace ahora dos años. Sin embargo, el BCE quiere actuar con respaldo y unos datos —los de mayo y junio— que certifiquen la moderación definitiva de los precios tras dos años de crisis inflacionaria.

Así lo indicó ayer Lagarde en un foro económico en el que aclaró que junio sigue ganando enteros como fecha clave para que la institución valore la posibilidad de revertir su actual postura con una primera bajada de los tipos desde el 4,5% actual, la tasa más alta desde 2008. Aunque las presiones inflacionistas internas impedirán a la entidad comprometer una senda concreta de ajuste incluso después de acometer la primera rebaja del precio del dinero.

La presidenta del BCE señala que, a pesar de los avances significativos en los tres criterios del marco manejado por la institución (perspectivas de inflación, inflación subyacente y transmisión de la política monetaria), el BCE aún «no está suficientemente seguro» de que la eurozona se encuentre en una senda sostenible hacia el objetivo de inflación.

Tan seguro quiere estar al bajar los tipos que Lagarde ya ha advertido de que una primera rebaja en junio no implica posteriores actuaciones en ese sentido en los meses posteriores. «Incluso tras la primera bajada de tipos, es posible no podamos comprometernos de antemano con una senda concreta de tipos», ha advertido Lagarde. Por ahora, el euríbor se mantiene intacto casi en el mismo nivel que tenía.