Los inversores salen de la Bolsa y se refugian en el oro ante las tensiones políticas
La onza de oro sigue escalando posiciones y este viernes volvió a renovar máximos históricos por encima de los 2.330 dólares. Detrás del rally de este año -con una subida del 15% tras revalorizarse un 12% en 2023- están las compras de los bancos centrales, que han optado por buscar refugio frente a la incertidumbre geopolítica actual, al igual que muchos otros inversores.
Pero la tendencia alcista también viene marcada por la perspectiva cada vez más evidente de que la bajada de los tipos de interés, sobre todo en EEUU, podría tardar más en llegar y, cuando lo haga, ser menos intensa de lo esperado. El motivo de ese giro en las expectativas del mercado está en unos datos que evidencian la resistencia de la economía global a la actual política monetaria de los bancos centrales.
Ayer mismo se conoció que EEUU creó en marzo 303.000 empleos, una cifra que batió las previsiones más optimistas del consenso y también los 231.000 puestos de trabajo creados durante el mes anterior. «El consumo es la savia de EE UU, donde aproximadamente el 70% de la economía depende de ese gasto, y un buen informe de empleo es positivo para la economía, aunque retrase los recortes de tipos de la Fed», explica Bret Kenwell, analista de inversiones de eToro.
Uno de los datos que más sorprendió fue el del salario medio por hora trabajada, que creció un 4,1%. Aunque sigue al alza, es la cifra más baja desde mediados de 2021, lo que contribuye a eliminar cierta tensión inflacionista y, de nuevo, da manga ancha al banco central para mantener los tipos en niveles elevados. En ese escenario se puede confirmar que, hoy por hoy, las noticias positivas para la economía son, por contra, malas para un mercado que espera con ansia el inicio de los recortes. Y así lo reflejaron ayer las Bolsas.