Fedea corrige a Yolanda Díaz y estima en más de medio millón de fijos discontinuos
Sí es posible cuantificar cuántos trabajadores fijos discontinuos hay en España, tras el ‘boom’ de la reforma laboral, y afinar cuántos están sin actividad. Pero los datos que ofreció recientemente la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, que señaló que eran poco más de 53.000, nada tienen que ver con la realidad, porque la Encuesta de Población Activa (EPA) en este caso no es una fuente fiable para medir esta variable. Y tampoco los datos de las oficinas de empleo público de las Comunidades Autónomas, a cuyo tejado el Gobierno tiró la pelota para argumentar que ellos no podían ofrecer esa estadística que llevan meses y meses demandando numerosos organismos públicos, el último de ellos el Fondo Monetario Internacional (FMI) que instó el pasado viernes a «monitorizar» este colectivo de forma «más precisa».
La Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) ofreció este lunes un perfil muy detallado de esta figura que ha pasado de ser minoritaria en nuestro mercado laboral a tener un peso relevante. Y lo hace con datos extraídos de los historiales laborales de afiliación a la Seguridad Social, el registro que mejor lo muestra, a su juicio. Los trabajadores que tienen un contrato fijo discontinuo se duplicaron con creces en apenas nueve meses de reforma laboral y son más de 1,4 millones, de los cuales la mitad (731.000) está activo y la otra mitad (753.000) no tiene un empleo y, por tanto, no cobra un salario, con datos a 31 de diciembre de 2022 (últimos disponibles). Sin embargo, son muchos los que, para combatir esos periodos de paro, tienen más de un empleo: el 27% del total, bien como autónomos, bien como cooperativistas o a través de otro tipo de contrato.
Así, si de esos 753.000 afiliados intermitentes sin actividad se descuentan los que tenían otro empleo.