El intenso gasto público fue lo que sostuvo la economía que se ralentizó el pasado año
La caída de las exportaciones de bienes lastró la actividad, sobre todo el agroalimentario
La economía se ralentizó la segunda mitad de 2023. PEDRO PUENTE HOYOS
El crecimiento del 2,5% de la economía española en 2023 tomó por sorpresa al consenso de analistas, que a inicios de año pronosticaban un avance de alrededor del 1%, aunque mes a mes fueron actualizando al alza sus cálculos. Y eso que el contexto fue adverso, marcado por una débil demanda externa, una inflación aún elevada y la subida de los tipos de interés. Pero el «razonablemente buen comportamiento» de la economía española en este «entorno desfavorable» se explica por tres factores principales, según se desprende del Indicador Sectorial de Caixabank Research publicado este sábado.
En primer lugar, por la buena marcha del mercado laboral, con 783.000 ocupados más a cierre de 2023, lo que estimuló el consumo privado. Además, el sector exterior resistió bien en el primer semestre. Pero sobre todo se debió al impulso del gasto público, que aportó 0,8 puntos porcentuales al crecimiento del PIB el año pasado. Es decir, si se excluyen los sectores de actividad ligados al sector público, el enfriamiento de la actividad hubiera sido bastante más intenso, pasando a crecer a un ritmo del 1,7% en el cierre de 2023.
De esta forma, este nuevo indicador captura una ralentización del crecimiento de todos los sectores de actividad analizados. La buena noticia es que también revela que dicha ralentización tocó fondo en el tercer trimestre de 2023 y la actividad ha comenzado 2024 ganando «cierto vigor», aunque es una información «aún muy parcial».
Desde el centro de estudios calculan que la economía este año crecerá alrededor del 2%, confirmando las previsiones del Gobierno. Tanto en esta proyección como en el resto del informe han incluido el impacto de los fondos europeos, que están provocando inversiones muy fuertes tanto en el sector de la automoción como en el de la construcción por la rehabilitación de viviendas.
Pocas ventas de bienes, pero mucho turismo La caída de las exportaciones fue uno de los mayores lastres para el crecimiento económico desde el segundo trimestre de 2023. La ralentización de las economías europeas que más tiran de las compras de bienes, sobre todo Alemania, provocó que los sectores más dependientes de las exportaciones a Europa quedaran rezagados.
El indicador muestra que más del 70% de los sectores económicos reportaron un deterioro de los flujos comerciales y las exportaciones de bienes restaron 0,5 puntos al crecimiento anual del PIB después de dos años de aportaciones positivas.