El precio de la opa y la postura de los fondos, puntos clave para los analistas
Las previsiones apuntan que una mejora de las condiciones de la opa hostil llevaría a un acuerdo
Los analistas creen que los factores clave que determinarán el éxito o el fracaso de la opa del BBVA sobre el Banco Sabadell serán el precio finalmente ofrecido, la evolución bursátil de las dos entidades, la postura de los fondos y las decisiones que adopten los reguladores.
Los antecedentes registrados en España muestran que las opas hostiles que han llegado a buen puerto han pasado por una mejora de las condiciones iniciales.
De hecho, tras el rechazo del consejo de administración del Sabadell a la propuesta del BBVA, los analistas coincidían en que una vía para desbloquear la situación era, precisamente, mejorar el precio incluyendo una parte de la retribución en efectivo.
Después de anunciarse la opa, los analistas de Renta4 señalaban que, con el canje de acciones planteado (una acción del BBVA de nueva emisión por cada 4,83 títulos del Sabadell), la oferta no resultaba atractiva.
«Creemos que la prima ofrecida deberá ser mejorada para que la operación pueda salir adelante», indicaban, en la misma línea, los analistas Banca March.
Diego Morín, de IG, mostraba también sus dudas sobre el éxito de la operación porque la prima planteada ha menguado con la bajada en bolsa del BBVA y la subida del Sabadell.
Desde el 29 de abril, el día antes de que se conociera la propuesta inicial, las acciones del BBVA han descendido casi un 11 %, mientras que los títulos del Sabadell se han revalorizado cerca del 8 %.
En este sentido, la gestora estadounidense Federated Hermes recalcaba que el éxito de la operación dependerá «de la evolución de las acciones del BBVA», aunque recordaba también que los títulos del Sabadell «no están lejos de los máximos de los últimos diez años».
Las acciones del BBVA rebotaron un 1,15 % el viernes y cerraron en 9,71 euros (10,9 euros, el 29 de abril), mientras que los títulos del Sabadell subieron un 0,73 % y se situaron en 1,87 euros (1,737 euros, el 29 de abril).
Con el repunte de los dos valores en la última sesión de la semana, el canje ofrecido por el BBVA representa ahora una prima del 7,5 %.
La oferta suponía una prima del 30 % sobre los precios de cierre de los dos valores el 29 de abril, y del 50 % sobre la media ponderada de los últimos tres meses.
La evolución bursátil de los dos bancos ha sido una montaña rusa durante la semana.
El martes, tras conocerse el lunes el rechazo del Sabadell a la propuesta de fusión, la entidad catalana bajó un 0,45 %, mientras que el BBVA subió un 3,61 %.
El miércoles, después de publicarse la carta enviada por el BBVA en la que aseguraba no tener margen para mejorar la oferta, el Sabadell bajó un 4,33 % mientras que la entidad presidida por Carlos Torres subió un 0,93 %.
El jueves, tras el anuncio de la opa, el BBVA perdió el 6,71 % y el Sabadell subió el 3,17 %.
Los analistas de Banca March incidían estos días en otro factor, la postura de los fondos de inversión.
«La clave podría girar en torno a la posición de los grandes fondos», ya que «hasta 71 de ellos cuentan con participaciones simultáneas en ambas entidades», en concreto, un 31 % del capital del BBVA y un 18,4 % del de Banco Sabadell», explicaban.
Javier Cabrera, de XTB, ponía el foco en las autorizaciones de los organismos reguladores. La operación debe recibir el visto bueno de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), el Banco de España, el Banco Central Europeo (BCE) y las autoridades británicas, ya que el Sabadell posee un banco en Reino Unido (TSB).
«Los problemas residen en una mayor concentración de mercado y en el riesgo regulatorio de la operación», explicaba Cabrera. «El sector bancario ya está muy oligopolizado, con una cuota del mercado de préstamos de aproximadamente el 56 % entre las tres primeras entidades».
Según sus cálculos, si la operación tuviera éxito, «entre las tres primeras entidades la cuota alcanzaría el 64 %, lo que podría implicar un deterioro en las condiciones ofrecidas a los clientes y una importante disminución de la competencia».
Cabrera recordaba que la remuneración de los depósitos en España «sigue siendo de las más bajas de Europa», lo que, a su juicio, «da pistas sobre las dinámicas del sector».