Cuerpo vuelve a rechazar la opa de BBVA ante los empresarios catalanes
El ministro de Economía duda sobre el impacto territorial y la cuota de mercado si sale la opa
El Gobierno no ha querido dejar pasar la oportunidad de vincular la opa hostil de BBVA sobre Sabadell apoyándose en el debate sobre la catalanidad más aún tras los resultados de las elecciones autonómicas del pasado 12 de mayo en las que el PSC se proclamó vencedor. Tras una recta final de campaña condicionada por el anuncio de la operación y el ‘no’ del Ejecutivo, el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, oficializó ayer la postura que mantiene el Ejecutivo ante el amplio espectro del empresariado catalán. Lo hizo en el Cercle d´Economia, un foro que reúne a los principales ejecutivos del centro de poder empresarial de esa comunidad, para insistir en su veto. En ese evento, Cuerpo coincidió, además, con uno de los protagonistas del proceso de fusión reconvertido a opa hostil: el presidente del Sabadell, Josep Oliu, que encontraba entre los asistentes de las jornadas del Cercle. Allí escuchó de la mano de Cuerpo su negativa al reiterar de forma «clara» su «rechazo», consciente de la sensibilidad que provoca esta operación en Cataluña.
El titular de Economía avisó de que la fusión supone un problema de baja competitividad bancaria. Y puso como ejemplo la escasa remuneración de los depósitos en los últimos años de subida de tipos a diferencia de lo sucedido en otros países. Además, recordó que si sale adelante la fusión, tres grupos bancarios controlarán el 70% del mercado financiero español.
Economía insiste en defender su «visión amplia» para rechazar a priori la integración, independientemente de los informes que emitan la Comisión Nacional de Competencia (CNMC) o el Banco Central Europeo (BCE). «Nosotros hemos expresado nuestro rechazo en base a dos factores. Uno, la forma, la opa hostil, no hay una negociación entre partes, y luego está el impacto que pueda tener en términos de competencia», insistió en Barcelona.
El Ejecutivo ha hallado dos bazas con las que se sabe ganador. La de la inclusión financiera, por la «preocupación» de que muchas localidades pequeñas se queden sin sucursal. Y, sobre todo, la cuestión territorial, no solo en Cataluña, sino también en la Comunidad Valenciana.
El negocio de las pymes
La de Cataluña no ha sido una cuestión baladí a la hora de lanzar la fusión por parte de BBVA. Es consciente de que la operación suscita dudas entre los empresarios catalanes, debido a los vínculos que mantiene Sabadell con el negocio de pymes, uno de sus puntos fuertes. En su oferta, BBVA ya se había anticipado a los posibles resquemores autonómicos al garantizar que el futuro banco tenga dos sedes operativas, una de ellas en Sant Cugat, y también planteaba que la marca del Sabadell se mantenga, de manera conjunta con BBVA, «en aquellas regiones o negocios en las que pueda tener un interés comercial relevante». BBVA insistió en «su total compromiso con Cataluña, un mercado clave para ambas entidades».