La banca aguanta con la morosidad a raya el ligero repunte de los impagos
Los créditos dudosos han subido en 451 millones de euros este año, hasta los 42.319 millones
La resistencia del mercado laboral ha permitido a la banca española mantener completamente a raya la morosidad en el reciente ciclo de subidas de los tipos de interés. Frente al encarecimiento de hipotecas, préstamos al consumo o la cesta de la compra, la tasa de impagos nunca ha sobrepasado el 3,7% desde que en julio de 2022 el Banco Central Europeo (BCE) iniciase su lucha contra la inflación, provocando una escalada vertical del euríbor que puso en serios apuros a los hipotecados a tipo variable.
Y en esta primera parte del año la tendencia continúa. Según los últimos datos del Banco de España, la morosidad del sector cerró marzo en el 3,61%, por debajo del mes anterior (3,62%) y solo ligeramente por encima del 3,54% en el que despidió 2023. Si se baja a las cifras de dudosos, se observa cómo durante todo este tiempo, las familias y empresas han sido bastante responsables a la hora de afrontar sus deudas con el banco. Sin embargo, sí se detecta un ligero repunte de los impagos en el primer trimestre, de 451 millones de euros en total, hasta dejar la cifra en 42.319 millones de euros. Es decir, la reducción de la morosidad en este periodo no ha llegado por la disminución del crédito dudoso, sino por el aumento del stock de crédito, que en marzo repuntó con fuerza después de tres meses de caída, hasta los 1,17 billones de euros. Aunque el Banco de España no ha publicado aún las estadísticas sobre el tipo de préstamos sobre los que se han presentado esos impagos, los últimos datos disponibles apuntan a que el repunte está llegando sobre todo de la mano del crédito al consumo que es, precisamente, el que suelen llevar aparejados los intereses más elevados para los clientes, de hasta el 8% de media en los últimos tiempos. Es más, si solo se tiene en cuenta los establecimientos financieros de crédito -entidades especializadas por lo general en consumo- la morosidad sí repunta con fuerza este año, pasando del 6,33% al 6,95%.