Trabajo reducirá la jornada laboral a 37,5 horas semanales desde el 1 de enero de 2025
El texto del decreto que el Ministerio ha enviado a los agentes sociales no aumenta las horas extraordinarias
En un escenario político cada vez más complejo, el Gobierno tiene ganas de sacar adelante alguna de sus grandes promesas electorales, como la medida estrella de reducir a 37,5 horas la jornada laboral semanal de todos los trabajadores españoles, sin excepciones. El Ministerio de Trabajo ya tiene su propuesta para esta iniciativa y se la envió a los interlocutores sociales este mismo viernes, apenas cinco días después de que tomara las riendas de la negociación tras fracasar las reuniones para acordarlo entre los sindicatos y la patronal.
El 1 de enero de 2025 todos los trabajadores españoles tendrán una jornada semanal de 37,5 horas como máximo. Así lo recoge el borrador de real decreto al que ha accedido este periódico, que también establece que las 40 horas semanales que ahora rigen por ley se reducirán a 38,5 horas en el momento en el que se apruebe esta norma, algo que al Gobierno le gustaría hacer antes de que termine el verano. Sí que precisa que estas 38,5 horas hasta final de este año o las 37,5 horas que se aplicarán ya desde el próximo enero serán en cómputo anual, tal y como pedían los agentes sociales, lo que les permitirá tener algo más de flexibilidad en reducir la jornada con días de vacaciones o días libres o de permiso.
Sin embargo, el Gobierno no ha cedido a otra exigencia de la patronal para alcanzar un acuerdo: elevar el límite anual de horas extras de las 80 horas actuales a 150 horas por trabajador. Pese a que UGT había mostrado su disposición a abordar esta medida si los empresarios a cambio accedían a pagar esas horas con un recargo del 25%, Trabajo, al igual que CCOO, no lo ve con buenos ojos y no lo ha incorporado al decreto, con lo que sabe que cuenta ya con el no de la patronal.
Además, el Gobierno da un paso más en el registro de jornada que puso en marcha hace ya cinco años y que no está dando los frutos esperados. Por eso, la nueva norma supone un endurecimiento del control horario, que las empresas, tanto las grandes como las más pequeñas o los autónomos, tendrán que hacer de manera digital. Ya no estará permitido hacerlo como hasta ahora de manera manual, con el objetivo de que en ningún caso estos registros se puedan modificar y sean totalmente fiables.
De igual manera, tal y como había avanzado la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, las multas a aquellas empresas que incumplan con el registro horario se elevarán de forma sustancial, ya no solo por la cantidad, sino, sobre todo, porque se impondrá una sanción por cada trabajador, y no por empresa, como era hasta ahora, en el caso de que se omitan los datos o se falseen.