Sánchez mantiene a Escrivá en la carrera por ser gobernador del Banco de España
El presidente apunta que «pocas personas tienen los conocimientos» del ministro
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha irrumpido en las negociaciones que el Ejecutivo mantiene con el PP para renovar la cúpla del Banco de España aupando directamente al ministro de Transformación Digital, José Luis Escrivá, como gobernador del supervisor financiero. Sánchez apuntó desde Washington, donde cerró la cumbre de la Otan, que el que también fuera su ministro de Seguridad Social tiene la «experiencia acreditada en materia de política monetaria» para sustituir a Pablo Hernández de Cos, cuyo mandato expiró a comienzos del mes de junio.
Después de que el Gobierno incluyera el nombre de Escrivá en la lista de posibles gobernadores en las negociaciones que mantiene con el PP, y a pesar del veto que el partido liderado por Alberto Núñez Feijóo ya puso, Sánchez recordó que en Europa es habitual que un ministro pase a ocupar un cargo institucional. De hecho, apuntó que el propio exvicepresidente económico, Luis de Guindos, «pasó de ser ministro de Economía» a vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE). En países vecinos, Christine Lagarde pasó de se ministra francesa a presidenta del BCE; un caso parecido al de Olli Rehn en Finlandia, Mario Centeno en Portugal, entre otros.
Con estas declaraciones, el presidente del Gobierno no puso problemas en decantarse por Escrivá públicamente. Y no escatimó en elogios: lo «importante», indicó, es que la persona que se proponga para el puesto de gobernador del Banco de España «cumpla o no con los requisitos y la cualificación» para un puesto de estas características «en un contexto de tanta incertidumbre económica y geopolítica para los próximos tres años».
El presidente del Gobierno recordó que Escrivá fue presidente de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIREF) y después estuvo al frente del Ministerio de Seguridad Social donde, entre los méritos que defiende Sánchez, «ha reconstruido el Pacto de Toledo». «Y, fundamentalmente, si uno mira su currículum, creo que hay pocas personas en España que tengan el conocimiento de política monetaria que tiene José Luis Escrivá», reiteró Sánchez desde Estados Unidos.
A la espera del resultado de las negocaciones, Sánchez ha insistido en las conversaciones abiertas con el PP para la renovación de la Junta Electoral Central, la CNMC y también el Banco de España. «Por tanto, se impone una cierta discreción por parte de los negociadores», ha zanjado.
Pero la mera posibilidad de que Escrivá haya sido incluido por el Gobierno en la lista de candidatos para convertirse en gobernador del Banco de España ha trastocado los planes para sacar adelante un acuerdo con el PP que hasta hace pocos días parecía cerrado. La activación del perfil de un ministro en activo, que también fue el responsable de Seguridad Social en la anterior legislatura, ha abierto la caja de los truenos en torno a la independencia que debe representar quien ostente la máxima responsabilidad en el supervisor bancario.
El ministro de Economía, Carlos Cuerpo, compañero de gabinete de Escrivá, ha tomado las riendas internas y la exposición pública sobre las negociaciones con el PP consciente de la dimensión que tendría el salto de Escrivá desde su Ministerio al Banco de España. Ayer aclaró que se sigue negociando con los populares, pero ya «sin prisa». «No voy a comentar sobre ninguno de los nombres que estén encima de la mesa porque ha habido muchos», indicó Cuerpo sin negar que su compañero de gabinete haya sido incluido en la lista.
Pasar a otro cargo
Si Escrivá aterrizara en el supervisor, donde es funcionario de carrera, sería la primera vez que un miembro del Gobierno en activo pasara directamente a ocupar ese cargo institucional. Por ganas no será, ya que el propio Escrivá nunca ha cerrado la puerta a esta posibilidad. Por eso, Cuerpo insistía ayer en indicar que «la independencia del Banco de España está asegurada por su ley y hay total garantía y seguridad» a este respecto. «Tengo plena confianza en que las personas que sustituyan al actual gobernador serán candidatos de la misma solvencia y profesionalidad» que su antecesor, Pablo Hernández de Cos, cuyo cargo expiró por ley hace ahora un mes.
Sin embargo, esta posibilidad ha irritado al PP. «No podríamos apoyar la designación para ese órgano a una persona con asiento en estos momentos en el Consejo de Ministros», indican desde el partido presidido por Alberto Núñez Feijóo.