La española Sateliot lanza cuatro satélites de la mano de Elon Musk para Starlink
Un cohete Falcon 9 despegará desde California con sus dispositivos
Sateliot, la empresa española de satélites, lanza esta tarde desde la base aérea de Vandenberg en California (EE UU) cuatro dispositivos de su constelación 5G-IoT en la misión Transporter-11 de SpaceX, la compañía de Elon Musk. Con estos satélites prestará servicios a finales de año y pretende dar conectividad 5G a más de ocho millones de dispositivos (IoT) en el mundo y doblar así la capacidad actual de esta tecnología.
El vuelo se hará a bordo de un cohete Falcon 9 de SpaceX y se podrá seguir en directo el lanzamiento. La compañía abrirá con estos satélites su fase comercial, para la que ya tiene firmados 200 millones de euros en contratos e ingresos recurrentes con más de 400 clientes de 50 países. La empresa, participada por gigantes de la industria tecnológica como Indra y Cellnex, tiene clientes de la talla de Telefónica y Amazon (AWS). Pero, ¿cómo puede una empresa española coordinar el lanzamiento de sus satélites nada menos que con el SpaceX de Elon Musk? La historia de Sateliot ha sido arrolladora. Hace solo cinco años que Jaume Sanpera y Marco Guadalupi fundaron la compañía, que actualmente tiene sede en Barcelona y San Diego, y que este mismo viernes lanza cuatro Cubesats -satélites del tamaño de un microondas- al espacio desde California.
Su CEO, Jaume Sanpera, tiene claro que con este lanzamiento la compañía «entra en una nueva dimensión» que permitirá a España «liderar la conectividad IoT (internet de las cosas) a nivel mundial». La compañía trabaja a lo grande: está desplegando una constelación de satélites de órbita terrestre baja (‘low earth orbit’, LEO) que darán conectividad a aparatos en todo el mundo bajo el protocolo 5G.
Los nanosatélites, del tamaño de un microondas, estarán ubicados a baja altitud y actúan como torres móviles desde el espacio. Por ello, Sateliot se convertirá en el aliado de las operadoras de telecomunicaciones al proporcionar la infraestructura necesaria para extender su cobertura donde la tecnología terrestre no está llegando. Hasta hace solo unos años el lanzamiento de estos dispositivos estaba solo en manos de grandes agencias estatales, como la NASA estadounidense o la ESA europea. Pero gracias a estos mini satélites y el desarrollo de la tecnología aeroespacial el campo se ha ampliado a universidades y startups privadas.