China amenaza a los lácteos europeos ante los aranceles sobre sus coches eléctricos
China lleva protestando desde hace meses por los aranceles que la Unión Europea (UE) quiere imponer a sus vehículos eléctricos para salvaguardar la industria comunitaria, pero sus quejas no están dando los resultados deseados. Este mismo martes la UE anunciaba que ajustaría ligeramente a la baja el porcentaje de aranceles que se establecen para la importación de vehículos eléctricos chinos, pero en Pekín consideran la modificación completamente insuficiente y respondieron con otro contrataque comercial hacia el sector lácteo europeo.
Ocurrió hace unos meses con la importación de carne de cerdo procedente de la UE —lo que tendría un impacto relevante en la industria cárnica española— y ahora apuntan a los productos lácteos por el daño que puede haber ocasionado con sus precios a sus empresas locales. Este anuncio llegó este miércoles solo unas horas después de que la UE ajustara los aranceles de los coches eléctricos pese a la demanda que China ha presentado ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) por esta política europea de subvencionar productos locales y gravar fuertemente los extranjeros.
China es el tercer destino de los productos agroalimentarios de la UE, el 12% del total, solo por detrás de Reino Unido y Estados Unidos. Los países más afectados si se cumplen las amenazas serían Irlanda, Austria e Italia. En el caso de España se vería afectada, pero no en gran medida ya que China solo supone el 7% del total de las exportaciones de nuestros productos lácteos.
Mucho más afectada quedaría nuestra economía en el caso de perjudicar las importaciones de cerdo europeo, como también se está analizando por parte de Pekín. Según datos de la patronal Interporc, España exporta a China más de 560.000 toneladas de productos ligados al porcino al año por unos 1.223 millones de euros, copando el gigante asiático hasta el 20% de estas ventas al exterior. Pero aunque España quede por ahora al margen de esta cuestión, toda guerra comercial afecta a la economía de los países alrededor. Y más en un momento en el que el crecimiento comienza a dar síntomas de moderación, después de dos años avanzando a un ritmo por encima de todas las previsiones. La economía española está creciendo de forma evidente, con una subida del PIB del 0,8% en el segundo trimestre, pero los datos económicos que van publicándose muestran cómo el avance cada vez es menor.