El BCE defiende valorar una rebaja de tipos «con la mente abierta»
La desaceleración de los salarios refuerza las expectativas de que flexibilice la política monetaria
La mayoría de los consejeros del Banco Central Europeo (BCE) considera que septiembre es «un buen momento para reevaluar el nivel de restricción de la política monetaria», lo que traducido al habla común apunta a una bajada de tipos. Así se desprende de las actas de la reunión del BCE del pasado 18 de julio que se han hecho públicas este jueves. En la reunión de julio, todos los miembros del consejo del banco central estuvieron de acuerdo en dejar los tipos sin cambios porque las presiones sobre los precios internos «seguían siendo elevadas» y consideraron que era probable que la inflación general se mantuviera por encima del objetivo «hasta bien entrado 2025». Dado que el último tramo de desinflación «era más difícil», el Consejo de Gobierno concluyó que el BCE «podía permitirse ser paciente» y esperar a tener más datos que confirmen que la reducción de la inflación está encaminada.
Pero mientras mantiene un ojo puesto en los precios, el banco central no puede olvidarse de la evolución del crecimiento económico. Y, por ello, en la reunión se apeló a la necesidad de «un acto de equilibrio» y de acudir en septiembre con «una mente abierta». «Una atenuación gradual de las restricciones de política monetaria es un acto de equilibrio, ya que también es importante no dañar indebidamente a la economía manteniendo los tipos en un nivel restrictivo durante demasiado tiempo», recogen las actas de la última reunión. En la crisis de 2008, el BCE y los países europeos aprendieron por las malas el daño que puede hacer una política monetaria demasiado dura cuando hay una crisis. La economía de la eurozona se está desacelerando (en el segundo trimestre del año creció menos que en el primero) y hay señales de debilidad en la producción industrial y las exportaciones. Por eso, algunos consejeros expresaron su preocupación por la posibilidad de que la «escasa actividad podría no ser solo de carácter temporal o cíclico».
Por tanto, es bastante probable que en septiembre haya algún recorte de tipos. Tampoco exagerado, que la cautela es la norma por la que se rige el BCE. Los analistas esperan dos bajadas de tipos de un cuartillo cada una en lo que queda de año. Para no engordar expectativas, en las actas del banco central se insiste en que «no debería haber ningún compromiso previo con respecto a una trayectoria de tipos de interés en particular». No obstante, la desaceleración en el crecimiento de los salarios, que se conoció también este jueves, refuerza las expectativas de recorte de tipos. La subida de los salarios negociados fue del 3,55% interanual en el segundo trimestre frente al incremento del 4,74% registrado en los tres primeros meses. Es el menor incremento salarial desde finales de 2022. El BCE presta «especial atención» a la evolución salarial como indicador de los efectos de segunda vuelta de la inflación y por el impacto que tiene en la inflación de servicios.