El Gobierno veta la opa húngara sobre Talgo por seguridad nacional
La oferta de Magyar Vagon fue rechazada en un informe «clasificado» el Ministerio de Economía tramitó con carácter urgente
El Gobierno ha rechazaro formalmente la opa (oferta de adquisición) de la firma húngara Magyar Vagon para hacerse con Talgo. El consorcio lanzó en marzo una oferta de 617 millones —cinco euros por acción— para comprar el único fabricante español de trenes de alta velocidad.
La decisión del Ejecutivo se adoptó en el Consejo de Ministros de ayer de forma inesperada. Moncloa se apoyó en el conocido como escudo ‘anti-opa’ para hacer descarrilar la propuesta. Se trata de un mecanismo puesto en marcha durante la pandemia que exige la autorización del Gobierno a cualquier inversión de una firma extranjera (ajena a la UE) superior a 500 millones.
El Ejecutivo justificó el rechazo por cuestiones de «seguridad nacional» y por el carácter «estratégico» de Talgo y su tecnología que permite a los trenes circular por diferentes anchos de vía. La decisión se apoyo en el preceptivo informe de la Junta de Inversiones Extranjeras (Jinvex). Es un órgano del Ministerio de Economía que se reunió de urgencia el lunes y contó, entre otros con un documento «clasificado» del CNI que señalaba que «esta operación conllevaría riesgos insalvables para la seguridad nacional y el orden público».
Desde que se conoció la opa, Moncloa se había mostrado muy reticente. El ministro de Transportes, Óscar Puente, llegó a afirmar que el Ejecutivo haría «todo lo posible» por evitarla. El fuerte respaldo que tiene Magyar Vagon del Gobierno de Hungría, de Viktor Orbán, es la principal fuente de los recelos. Casi la mitad de la inversión para financiar la opa tiene origen en fondos públicos húngaros. La cercanía de Orbán al presidente ruso, Vladímir Putin, despertó las alarmas.
Las razones, por lo tanto, no son industriales, sino que descansan en ese contenido «clasificado». Esa reserva fue la tónica que presidió la decisión del Jinvex en una reunión mantenida el lunes de modo telemático. Economía dio así carpetazo al expediente iniciado por Magyar Vagon al pedir la autorización al Gobierno.
Durante la tramitación se intercambiaron varios documentos, se realizó una visita con técnicos de Renfe a una de las fábricas de Hungría y se ampliaron los plazos para la resolución hasta noviembre. Unas tareas cuyo cierre se forzó en apenas 24 horas, las que transcurrieron entre la reunión del Jinvex el lunes y el Consejo de Ministros de ayer.
El Gobierno ha buscado en todo este tiempo armar una alternativa a Magyar Vagon. Una vía para la que planteó la participación del grupo ferroviario checo Skoda. La compañía se dirigió a Talgo para tantear una fusión, pero el fabricante la rechazó.
Los húngaros habían tratado de ablandar la posición de Moncloa asegurando en su plan que la compañía seguiría domiciliada aquí y cotizando en la Bolsa española. Además, mostró su disposición a dar entrada en el accionariado al propio Ejecutivo o a las empresas que este estimara. Ahora el conglomerado dirigido por Andras Tombor ha anunciado que recurrirá a los tribunales para defender su propuesta.
La noticia fue recibida por los mercados con una caída del 8,72% en Talgo. Así, comenzó el día vendiéndose a 4,30 euros el título y cerró a 3,92, muy lejos ya de los 5 que ofrecía Magyar Vagon. Además, durante la jornada los títulos del fabricante de trenes de origen vasco estuvieron suspendidos varias horas.
Talgo queda ahora en una situación comprometida. La opa era una vía para reforzar su capacidad de fabricación, ahogada por una cartera de pedidos de 4.000 millones tras acumular varios retrasos en las entregas. Además, el fondo británico Trilantic, el principal accionista llevaba tiempo deseando vender sus títulos. Salen perjudicados al contar con un ingreso de 250 millones que ahora queda en suspenso.
El consorcio húngaro acudirá al TS y pedirá amparo a Bruselas
Una batalla judicial. Es lo que se abre una vez que el Gobierno de España decidió vetar la compra de Talgo por parte de Magyar Vagon en el Consejo de Ministros de ayer. Y es que fuentes del consorcio magiar confirmaron a este diario que su determinación y apuesta por el fabricante de trenes de origen vasco no decae y se planteará en los tribunales en España y también en el ámbito europeo.
Según confirmó este diario de fuentes conocedoras de la operación, las primeras medidas consistirán en un recurso al Tribunal Supremo y una petición de amparo a la Comisión Europea. La vía nacional planteará un contencioso-administrativo y, como ocurrirá con la trayectoria en la UE, se solicitarán medidas cautelares.
El Consejo de Ministros denegó la solicitud de Magyar Vagon para comprar Talgo apoyado en el decreto 'anti-opas' y por cuestiones de "seguridad nacional" y por el carácter "estratégico" de su tecnología, que permite a sus trenes circular por diferentes anchos de vía.
Fuentes judiciales señalaban ayer que el argumento jurídico exploraría, precisamente, la posibilidad de que la resolución del Gobierno escondiera motivos "arbitrarios" bajo las razones de "seguridad nacional".
Señalan, además, que ya hay antecedentes de actuación de la Comisión Europea ante bloqueos como este. Una situación en la que Magyar Vagon no deja de contemplar el papel a favor que puede jugar el presidente de turno de Unión Europea y que actualmente es el húngaro Orban.
Desde Talgo prefirieron no entrar al asunto. Portavoces de la firma explicaron que esperan a que el consorcio húngaro dé los primeros pasos para tomar sus "propias decisiones". En la firma insisten en que seguirán "con su actividad industrial y de negocio y sus compromisos con trabajadores, clientes y proveedores".
Mientras tanto, el escenario no es sencillo. En la última junta de accionistas, su presidente, Carlos de Palacio, ya señaló que la prioridad de la empresa era reforzar su capacidad de fabricación. Ahora, asediada por las sanciones de más de 160 millones impuestas por Renfe, ha de buscar el modo de evitar nuevos retrasos en sus entregas y poder retanbilizar unas ventas en cifras récord, con un 20% más en la primera mitad del año y unos beneficios duplicados hasta superar los 14 millones.
La situación jurídica que puede generar una batalla legal podría complicar otras alternativas como la de Skoda. El grupo checo fue promocionado como alternativa por el Gobierno Si se retomara esta vía la incertidumbre legal abierta por los recursos que se van a presentar.