Nerviosismo en la plantilla de Talgo que pide mantener en España las fábricas y el empleo
El ministro Bolaños defiende que el veto a la OPA húngara sobre la empresa «protege los intereses de España»
La plantilla de la factoría de Talgo en Rivabellosa (Álava) vive con «cierto nerviosismo» la situación generada tras la negativa del Gobierno a la opa del grupo húngaro Ganz Mavag (Magyar Vagon) y pide que se mantengan en España las plantas productivas y los puestos de trabajo.
El Ejecutivo hizo público el martes su vetó a la entrada del grupo húngaro en Talgo, sobre la que había lanzado una opa para controlar el 100 % de su capital por 620 millones de euros, por considerar que hay intereses estratégicos y razones de seguridad nacional «insalvables».
Tras esta negativa, que deja el futuro de Talgo en el aire, el consorcio húngaro anunció que recurrirá «en todas las instancias posibles» esta decisión, tanto en España como en Bruselas.
Kepa Alcaine, representante de CC OO en la fábrica alavesa, ha explicado este miércoles que Talgo da empleo directo a unas 2.500 personas en España, de las cuales 700 trabajan en Rivabellosa, y por ello «interesa que se quede» en el país.
En la actualidad hay «muchísima» carga de trabajo y la planta «tiene la capacidad que tiene, no puede fabricar mucho más», por lo que la dirección debe decidir «qué tipo de socio quiere», si un socio inversor que ponga dinero para ampliar las actuales instalaciones y poder producir más o un socio industrial para fabricar en otros lugares.
Los trabajadores están «a la expectativa», pero reclaman «que se sigan manteniendo las fábricas y los puestos de trabajo en España», resumió Alcaine, que pidió al Gobierno que se reúna con los sindicatos para informarles sobre su posición en este tema.
David Serrano, también de Comisiones Obreras, explicó que la plantilla de Talgo vive con «cierto nerviosismo» todo lo relativo a la opa del grupo húngaro y al veto del Gobierno de España.
«Cuanto más se tarde en el proceso, más nerviosismo, y no será bueno para los trabajadores, para la empresa ni para los accionistas», avisó.
El sindicalista dijo que, hasta la fecha, la dirección de Talgo les «transmite tranquilidad», les dice que los puestos de trabajo están «asegurados» y que «trabajarán para que siga así». Sin embargo, la plantilla quiere «saber qué va a pasar» y pide que se garantice la viabilidad de la empresa y la continuidad del empleo, añadió.
El ministro de la Presidencia, Justicia y Relación con las Cortes, Félix Bolaños, defendió ayer que el veto del Gobierno a la operación lanzada por una empresa húngara para comprar Talgo se ha hecho «para proteger los intereses de España».
En declaraciones a la prensa, Bolaños incidió en que esta decisión se ha tomado conforme al derecho nacional pero también conforme al derecho europeo, después de que Magyar Vagon haya manifestado su intención de recurrir esta decisión a instancias europeas.
«España es un país muy atractivo para la inversión extranjera. Lo demuestran las cifras de los últimos años, pero cuando tenemos que decir que no a una operación por la protección de los intereses de España y de la seguridad nacional, lo hacemos», dijo.
El ministro evitó referirse al informe del Centro Nacional de Inteligencia y de Seguridad Nacional que ayudó al Gobierno a tomar esa decisión y que apunta a las conexiones rusas que hay entre el potencial comprador, Magyar Vagon, y Rusia, según ‘El País’.
Las acciones del fabricante ferroviario Talgo abrieron al alza en el mercado bursátil y a las 9.10 horas subían un 1,9%, hasta los 4 euros por título. Las acciones de la compañía se hundieron ayer cerca de un 9% en Bolsa, después de que el Gobierno vetara la Oferta Pública de Adquisición (OPA) lanzada por el grupo húngaro Magyar Vagon, aludiendo a razones de «seguridad nacional y orden público».