Bruselas avala el veto de España a la opa húngara sobre Talgo

Dos días después del acuerdo del Consejo de Ministros que vetó la opa de Magyar Vagon sobre Talgo por motivos de seguridad nacional, una portavoz de la Comisión Europea, Francesca Dalboni, no ha puesto impedimentos formales a la decisión. Ha recordado que este tipo de decisiones son una «prerrogativa de los Estados miembros» y que la legislación europea «permite restringir la libertades de mercado único y el libre movimiento de capitales por cuestiones de seguridad pública» con medidas «justificadas y proporcionadas».

No ha sido un planteamiento de fondo sobre la cuestión, ni tras un análisis jurídico, sino un posicionamiento en una comparecencia pública este jueves y en respuesta a los periodistas. En cualquier caso es la primera valoración que afectaría al argumento al que se ha acogido Magyar Vagon al anunciar su petición de amparo a la Comisión Europea. De momento, se avala la capacidad del Gobierno de España para actuar y Bruselas recuerda que no es necesaria una consulta previa.

En cualquier caso, el portavoz jefe comunitario, Eric Mamer, ha señalado que no tiene conocimiento de los contactos de Magyar Vagon y ha recordado que es el Tribunal Justicia de la UE el que tiene la voz última en el caso de que una de las empresas se sienta perjudicada por una decisión de este tipo.

Se trata de las primeras valoraciones que llegan de la Unión Europea después de que Magyar Vagon anunciara una batalla judicial contra la decisión del Gobierno de España. Los húngaros recurrirán al Supremo y en Bruselas una decisión que no tiene naturaleza industrial, sino que se apoya en un informe del CNI clasificado y que apunta relaciones entre el conglomerado magiar y Rusia.

La opa, por la que Magyar Vagon ofrecía 617 millones de euros por la empresa española, era la apuesta de Talgo para reforzar su capacidad productiva ahogada por una cartera de pedidos de 4.000 millones. Moncloa empleo el decreto ‘anti-opas’, en vigor hasta diciembre, su capacidad de autorizar o no cualquier inversión extranjera que supere los 500 millones.

Una decisión que aprobó en el Consejo de Ministros el martes tras una reunión extraordinaria de la Junta de Inversiones Extranjeras (Jinvex), el lunes. Este órgano del Ministerio de Economía emitió el informe negativo preceptivo para decisión gubernamental.

Mientras, el bloqueo del Gobierno a la opa de Magyar Vagon sobre Talgo fuerza la activación de un ‘plan B’ en el fabricante de trenes de origen vasco o, al menos, una alternativa para seguir adelante con la actividad. La compañía presidida por Carlos de Palacio no tiene tiempo para esperar a la batalla judicial que se abre en muchos frentes con los recursos anunciados por Magyar Vagon en el Supremo y Bruselas o el de los pequeños accionistas. Necesita desatascar el ahogo de sus dos plantas con 4.000 millones de euros en pedidos y una expectativa de importantes licitaciones que se abre en el mercado internacional. Según reconoce la compañía, las oportunidades que ofrece el sector hasta 2026 ascienden a un total de 6.400 millones en nuevos contratos.

Un ‘plan B’

La empresa insiste en que «continúa con su actividad industrial y de negocio y con sus compromisos con trabajadores y clientes». En esa línea se encuadran los movimientos, confirmados por este periódico de fuentes conocedoras de las negociaciones, para activar acuerdos con otras empresas del sector con las que reforzar la capacidad de fabricación. Es decir, acuerdos comerciales para subcontratar en otras fábricas los trabajos para llegar a tiempo con las entregas pendientes. Para ese papel, Magyar Vagon sería una de las primeras en la lista. Y es que los directivos de Talgo han trabajado este último año diseñando el plan industrial conjunto que se hubiera puesto en marcha si la opa hubiera llegado a término.

Pero las mismas fuentes tampoco descartan el empleo de las instalaciones de Skoda para este mismo fin. Y es que tanto las plantas checas, como las húngaras aportan la ventaja de estar muy cerca de Alemania. El operador germano Deutsche Bahn es el responsable del mayor pedido de trenes de la historia de Talgo y el que más aprieta en estos momentos: un total de 2.100 millones para 100 trenes. Las entregas han de arrancar ya.