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Sánchez pide a Europa replantearse los aranceles a los coches chinos

Pide ser «constructivo» cuando las firmas comunitarias pasan por un delicado momento

El presidente del Gobierno, ayer durante su visita oficial a China. ALEX PLAVEVSKI

Publicado por
JOSÉ M. CAMARERO
Shaghay

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El desembarco masivo de vehículos eléctricos procedentes de China está provocando más de un temblor económico en el seno de la Unión Europea por su impacto en las empresas de automoción comunitarias, pero también en las siempre complejas relaciones entre los Veintisiete y el gigante asiático. En este contexto, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha aprovechado su visita a Pekín para lanzar un mensaje de advertencia a sus socios comunitarios: «Necesitamos reconsiderar nuestra posición» sobre las tasas que rigen sobre los coches eléctricos que llegan desde aquel país. Las palabras de Sánchez han supuesto una sorpresa para una Unión Europea que se mantenía firme ante los aranceles a estos vehículos.

Pero el presidente del Gobierno ha pedido ser «constructivos» y buscar una solución que pase por un compromiso entre la UE y China. Es decir, que ambas potencias económicas no entren en otro conflicto comercial cuyas consecuencias siempre son inesperadas. «No necesitamos otra guerra, en este caso una guerra comercial», ha añadido Sánchez, que también ha expresado a las autoridades chinas su «sorpresa» por haber involucrado posibles sanciones al sector del porcino español en este conflicto comercial del automóvil eléctrico. «Las guerras comerciales no interesan a nadie y creo que la población china y el gobierno chino son muy conscientes del valor que tiene el sector porcino así que vamos a seguir trabajando por tender puentes», ha indicado.

Las palabras de Sánchez llegan apenas 24 horas después de que la firma china Envision anunciase el martes una inversión de 1.000 millones de dólares (algo más de 906 millones de euros) para la construcción de una fábrica de electrolizadores de hidrógeno en España afianzando la posición en este mercado a través del desarrollo del primer parque industrial de hidrógeno verde y tecnologías sin emisiones de toda Europa. Esta decisión «no solo contribuye a la economía española, sino a construir un futuro mejor», indicó Sánchez en un encuentro empresarial España-China en Shangai. Un día después ha pedido rebajar el tono con respecto a las importaciones de vehículos eléctricos.

Tasas en vigor desde julio

El conflicto entre Europa y China viene de lejos. El pasado mes de julio la Comisión decidió que las unidades eléctricas fabricadas en China tendrían que pagar al entrar en la UE unos aranceles que van del 17,4% hasta el 37,6%, que se suman al que ya existía de un 10%. Se trataba entonces de contener y contentar a la industria automovilística europea en lo que fue considerado como la mayor medida de defensa comercial que ha adoptado la Unión hasta ahora. Por el momento, esos aranceles estarán en vigor hasta el próximo mes de noviembre. Pero es que, además Bruselas está negociando con Pekín para buscar una salida que no pase por el incremento de las tarifas aduaneras, Y que, además, sirva para cerrar un contencioso que empezó en octubre, cuando la Comisión Europea decidió abrir una investigación a los fabricantes de coches eléctricos en China para averiguar si recibían subsidios que distorsionen la competencia.

Guerra comercial

«Las guerras comerciales no interesan a nadie», dice Sánchez, que defiende el valor del porcino