El BCE baja los tipos un cuarto de punto pero recorta el crecimiento
Lagarde evita comprometer una senda de recortes a futuro
El Banco Central Europeo (BCE) bajó este jueves el tipo de interés de referencia en un cuarto de punto, hasta el 3,5 %, en el que es su segundo recorte del año y el nivel más bajo desde junio de 2023, al tiempo que redujo levemente las previsiones de crecimiento para los próximos tres ejercicios.
El Consejo de Gobierno, que se ha reunido en Fráncfort (Alemania), recortó en 0,25 puntos la tasa de facilidad de depósito -que remunera el exceso de reservas a un día y es su nuevo tipo de referencia-, hasta el 3,5 %. Las operaciones principales de financiación (OPF) se situarán en el 3,65 % y el 3,9 %, respectivamente, tras introducir el BCE un ajuste técnico.
Aunque en España el foco se había puesto hasta ahora en el tipo OPF, este ha pedido relevancia en el contexto de superávit de reservas actual, en el que los bancos depositan su exceso de liquidez en el organismo, lo que hace que la rentabilidad que pagan las entidades financieras, es decir, la facilidad de depósito, sea el tipo de referencia para la política monetaria.
Sin un rumbo fijo
La presidenta del BCE, Christine Lagarde, consideró que había sido «perfectamente apropiado moderar la política monetaria» dado el gradual descenso de la inflación y confirmó que la decisión se había tomado por unanimidad. Según explicó, pese a que la inflación interna sigue siendo «resistente, persistente y no satisface», las presiones sobre los costes laborales se están moderando y los beneficios están amortiguando parcialmente el impacto de los salarios, al tiempo que las condiciones de financiación siguen siendo restrictivas y la actividad económica es aún contenida.
En cualquier caso, Lagarde evitó comprometerse con una senda de recortes concreta e insistió en que ésta seguirá dependiendo de los datos, decidirán reunión a reunión y mantendrán los tipos «en niveles suficientemente restrictivos durante el tiempo que sea necesario» para alcanzar el objetivo del 2 %. «Qué será, será», se animó Lagarde en español al ser preguntada sobre su próxima reunión en octubre, antes de destacar que solo hay seis semanas hasta que se produzca, lo que es un periodo «relativamente corto».
«Repetimos otra vez que seguiremos dependiendo de los datos y esto está particularmente justificado en vista de la incertidumbre. Decidiremos reunión a reunión y el camino, cuya tendencia es, obviamente, bastante de bajada, no está predeterminado ni en su secuencia, ni en su volumen», afirmó.
Junto con la decisión de tipos, el BCE publicó sus previsiones macroeconómicas actualizadas, en las que recortó en una décima, al 0,8 %, el crecimiento previsto para la eurozona en 2024, así como para 2025 y 2026, años en los que espera avances del 1,3 % y del 1,5 %, respectivamente.
Afirmó que la recuperación sigue enfrentándose «a algunos vientos en contra», pero se consolidará con el tiempo a medida que el aumento de los ingresos reales permita a los hogares consumir más.