Los saudíes, pendientes del Ministerio de Defensa para su desembarco en Telefónica
La autorización definitiva para que la operadora saudí STC alcance casi el 10% del capital de Telefónica tiene que pasar en cualquier caso por las manos de la ministra de Defensa, Margarita Robles, por las implicaciones de seguridad y estratégicas que implica este cambio en el accionariado de la firma española. En ese departamento se encuentra aún el expediente que Defensa debe desarrollar para tomar una decisión sobre este desembarco de una operadora ajena a la propia Unión Europea.
A este ministerio le corresponde esa decisión final de autorizar esa operación y, en su caso, elevarla a un posterior Consejo de Ministros para avalar la entrada de STC, porque la ley indica que las actividades de defensa nacional son un sector con una regulación específica cuando media la adquisición de una empresa española por parte de una foránea ajena a la UE. Por ejemplo, Telefónica es socia tecnológica del ministerio en despliegue de redes 5G de las Fuerzas Armadas y tiene firmados contratos para la instalación de telecomunicaciones o la implantación de la escuela de operaciones en ciberdefensa, entre otros. Además, dispone de varios contratos vinculados a la defensa, la seguridad y la digitalización de la economía. Ese ha sido el principal temor del Ejecutivo a la hora de valorar al operación por la que un inversor extranjero, controlado por un Estado como Emiratos Árabes, pueda acceder directamente a la toma de decisiones de una operadora como Telefónica, con todas las repercusiones geopolíticas que ese movimiento pudiera tener para la compañía, pero, sobre todo, para el Estado. En cualquier caso, desde la operadora saudí ven «factible» el aval de Moncloa para consolidar el 9,9% que han anunciado adquirir de Telefónica.