La patronal aplaude la propuesta de bajas parciales del Gobierno
Elma Saiz niega que pretenda ahorrar dinero a la SS y defiende que busca «ampliar derechos»
La propuesta de crear medias bajas laborales, o bajas parciales o flexibles, lanzada el pasado miércoles por la ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz, ha generado una fuerte polémica y provocado reacciones opuestas: mientras los empresarios se han aliado con el Gobierno para defender una medida que consideran «positiva» para luchar contra el elevado absentismo laboral, gran parte de los actuales socios del Ejecutivo —y también los sindicatos— han rechazado de plano una iniciativa que tildan de «aberrante» y que no se plantean siquiera sentarse a negociar.
Ante el revuelo generado, Saiz salió a primera hora de este viernes a suavizar su iniciativa de una reincorporación paulatina a la actividad desde una enfermedad y rechazar que se trate de una solución para mitigar el elevado gasto que acarrea a la Seguridad Social. «No es una cuestión económica, sino de ampliar derechos», aseguró durante una entrevista en Onda Cero. E hizo hincapié en que no busca «de ninguna manera» ahorrar dinero al sistema, sino que quiere «ampliar derechos, avanzar en justicia social y acompañar a la nueva realidad».
De igual manera, la ministra reiteró que esta iniciativa —que está en una fase «muy inicial» y será abordada en la mesa con los interlocutores sociales para que la analicen— se hará, llegado el caso, siempre de forma voluntaria, si el trabajador afectado por una patología así lo desea, y en todo momento bajo supervisión médica. «A mí me gusta hablar de decisión personal, de voluntariedad, de supervisión médica y, por supuesto, de ampliar derechos», insistió. Es más, en varias ocasiones repitió que «la salud de los trabajadores está en el epicentro» de esta propuesta.
En este sentido, Saiz recalcó que «puede haber determinadas patologías donde una reincorporación paulatina (al trabajo) puede beneficiar la recuperación». No mencionó en esta ocasión a los enfermos de cáncer en la fase final de su tratamiento, como sí hizo el día anterior para ejemplificar. El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, aplaudió este viernes este planteamiento que, a su juicio, es «bueno» y «positivo» y va en línea con lo planteado en el Acuerdo Nacional de Convenios (AENC) y en el acuerdo de pensiones firmado con el Gobierno, donde se incidía en la necesidad de trabajar en «lo que son las bajas y todo el efecto del absentismo». Garamendi argumentó que «hay veces» en los que los propios médicos recomiendan la reincorporación laboral de manera voluntaria. «Por ejemplo, una persona que esté trabajando dando clases en un gimnasio y a la vez tiene otro trabajo, de clases de inglés, sea profesor de inglés en digital, pues igual tiene un problema en una rodilla o la ha tenido que escayolar, no podrá dar clases de gimnasio, pero podría estar activa para dar esas clases de inglés de la tarde», señaló. No obstante, advirtió de que la cuestión debe estudiarse en las mesas de diálogo social. En esta misma línea, la patronal catalana Foment del Treball y Pimec celebraron la propuesta de bajas más flexibles e instaron a implementarla de forma «inmediata».
Las dudas de los sindicatos
Sin embargo, es bastante improbable que las bajas parciales entren en vigor rápidamente puesto que socios del Gobierno como Sumar, Podemos o Bildu se han posicionado totalmente en contra. A las críticas de Yolanda Díaz, se sumaron este viernes las del ministro de Cultura, Ernest Urtasun, y encontraron el máximo rechazo en Podemos, que se ha negado siquiera a negociarla ya que considera que es «decirle a la gente que va a tener que ir a trabajar enferma», según recalcó su secretaria general, Ione Belarra. De igual manera, los sindicatos se están planteando no acudir a la mesa a negociar esta medida si se plantea como un problema de absentismo y costes, aunque sí estarían abiertos a dialogar si se trata como un problema de salud laboral.
María Jesús Montero, echó este viernes un capote a su compañera Saiz y pidió «dar una oportunidad al diálogo» para al menos discutir sobre la posibilidad de una baja flexible, ya que la tecnología actual permite que la situación de alta o baja laboral «no sea una dicotomía». «Puede haber estados intermedios en los que, voluntariamente, el trabajador pueda incorporarse o compatibilizar trabajo y atención sanitaria en días alternos», precisó.