Trabajadores y empresas han pagado 4.660 M extra para pagar la jubilación del ‘baby boom’
El nuevo impuesto para las pensiones recaudó este año el doble gracias el esfuerzo que tienen que hacer empresas y trabajadores
Cada año que pasa hay más jubilados que cobran pensiones más generosas. La generación del ‘baby boom’ ya ha comenzado a retirarse del mercado laboral y engrosar las listas del sistema de pensiones, con el consiguiente aumento del gasto. Para tratar de paliar los efectos de esta avalancha de jubilaciones, el Gobierno creó un nuevo impuesto, denominado Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI), que va directamente a sufragar sus prestaciones. Los actuales trabajadores, todos sin excepción (autónomos incluidos), y las empresas tienen que hacer un esfuerzo extra desde el pasado 1 de enero y ya han generado, a través de sus cotizaciones sociales, más de 4.600 millones de euros.
Los ingresos por las cuotas provenientes del MEI han ascendido a 4.661 millones de euros, según los últimos datos de ejecución presupuestaria publicados por el Ministerio de Seguridad Social. Esta cantidad ha ido íntegramente a parar a la ‘hucha’ de las pensiones, el fondo de reserva creado por el Gobierno en el año 2000 para ayudar a pagar las nóminas de los jubilados en los momentos de mayor tensión y que comenzó a vaciarse antes de tiempo, a raíz de la Gran Recesión, quedándose prácticamente a cero.
El mecanismo de equidad intergeneracional se trata de una cotización adicional que sustituye al factor de sostenibilidad y que supone 0,7 puntos porcentuales para todos los trabajadores, una cuantía que en 2023 era 0,6 puntos y que año a año se va incrementando una décima progresivamente hasta alcanzar a partir de 2029 el 1,2% de las cuotas de los afiliados. Así, el próximo año representará ya 0,8 puntos de las cotizaciones. Más afiliados que nunca De enero a agosto el Gobierno ha ingresado gracias a este nuevo impuesto 2.443 millones de euros, el doble que un año atrás y una cantidad que ya supera la recaudada en todo 2023 (2.218 millones), debido a que el esfuerzo que tienen que hacer empresas y trabajadores es mayor (una décima más) y a que hay más trabajadores que nunca con sueldos más altos. La mayor parte de esta cuantía ha sido financiada por las empresas, ya que ellas aportan el 0,58% de las contingencias comunes, mientras que el 0,12% adicional corre a cargo de los empleados.
Gracias a esta inyección del MEI, así como a los excedentes de las mutuas colaboradoras de la Seguridad Social y los rendimientos que generan estos dineros, la ‘hucha’ de las pensiones tiene ya 8.356 millones de euros tras recibir este año 2.778 millones, su mayor nivel desde 2017 y cuatro veces más que en 2022. Y se espera que cierre 2024 con más de 9.200 millones gracias mayoritariamente a estas aportaciones de los trabajadores y de las empresas.
Después de años de recortes, el fondo de reserva suma por fin tres años de incrementos, aunque aún está muy lejos de ser un buen colchón para los años tan tensionados que vienen y ni siquiera cubre por el momento una paga completa de las pensiones, cuya nómina mensual se eleva por encima de los 12.800 millones. Además, supone ahora menos de una octava parte de los cerca de 67.000 millones que llegó a acumular en su momento de mayor esplendor, en 2011. Desde entonces fue menguando año a año, ya que los diferentes Gobiernos habían tenido que ir echando mano de ese dinero recaudado durante décadas con el superávit de la Seguridad Social para poder pagar las pensiones tras el estallido de la crisis financiera, cuando el sistema empezó a quebrar. Más de 80.000 millones llegaron a sacarse de esta hucha a lo largo de una década.
Pero esa etapa de recortes ha llegado a su fin a raíz de la última reforma de las pensiones, cuando se blindó por ley, y el objetivo del Gobierno es que termine este año con más de 9.200 millones y siga creciendo, a razón de unos 5.000 millones anuales, hasta alcanzar los 130.000 millones en este decenio.