Los costes de la pymes, disparados ya sin la reducción de la jornada
la vicepresidenta ve aún «margen» para el acuerdo y anuncia que convocará a los expertos
La patronal de las pequeñas y medianas empresas, Cepyme, lanzan un claro aviso a la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, en contra de la reducción de la jornada laboral: los costes laborales de las pymes ya se han disparado en los últimos tres años y la productividad, otro talón de Aquiles de España, sigue en caída libre, por lo que este recorte a 37,5 horas que pretende implantar el Gobierno en 2025 podría poner en peligro la viabilidad de muchas pequeñas empresas. Es más, a día de hoy hay 2.400 pymes menos que antes de la pandemia, según advierte el último indicador Cepyme sobre la situación de la pyme presentado ayer. Casi al mismo tiempo, Díaz mantenía una reunión con directivos de Inditex en la que reiteró su confianza en que hay «mimbres suficientes» para alcanzar un acuerdo para reducir la jornada laboral porque, a su juicio, «va a mejorar la productividad».
La ministra de Trabajo aprovechó su visita a la compañía de Amancio Ortega para anunciar que «en nada» convocará a la comisión de expertos «para seguir subiendo el salario mínimo interprofesional (SMI)», aunque no habló de ninguna cantidad.
Precisamente la escalada del SMI durante estos últimos años es la principal razón que hay detrás de este fuerte incremento de los costes laborales, que se han disparado en las pequeñas empresas un 23,1% en poco más de tres años, desde el primer trimestre de 2021, un porcentaje mucho más elevado que el 16,9% que se elevó en las empresas medianas, según el estudio elaborado por Cepyme. Y eso pese a que en este segundo trimestre del año se ha notado una ligera desaceleración después de diez trimestres consecutivos con una subida de más del 5%, que contrasta con el ritmo de incremento medio del 0,3% de los diez años previos a la pandemia.
Esta alza de los costes laborales se suma a un aumento acumulado de los costes operativos provocado por el encarecimiento de la energía y de los productos intermedios a raíz de la pandemia y de la crisis inflacionista. Así, pese a que en la actualidad de han moderado significativamente, los costes operativos son un 18,3% más altos que en 2021 y un 22% superiores a 2019, según destaca el informe.
Este escenario, combinado con una financiación más cara, el problema de morosidad y un aumento del empleo superior a la recuperación de las ventas, está lastrando la productividad empresarial, señala el informe. «Su deterioro es la principal debilidad de la pyme española, afectando a su vez a su capacidad para invertir y, por tanto, a su competitividad», sostiene.
Así, la productividad, medida como el volumen medio de ventas por empleado, retrocedió un 2,3% en segundo trimestre de 2024 en términos interanuales y es un 1,7% inferior a la del mismo periodo de 2019, año prepandemia. La pérdida de productividad en el segundo trimestre fue más acentuada en el caso de las medianas empresas (-3,1%) que en el de las pequeñas (-1,9%), si bien en estas últimas el deterioro de este indicador encadena 18 meses de descensos, frente a 15 meses en el caso de las medianas.
De esta forma, la baja productividad se configura como uno de los principales problemas de las pequeñas y medianas empresas y afecta a la rentabilidad de estas compañías, manteniéndose la rentabilidad bruta por asalariado un 2,6% por debajo de los niveles prepandemia.