La Ceoe volverá a decir ‘no’ a reducir la jornada pese a las ayudas de Díaz
La única opción de un acuerdo es que accedan a respetar los convenios vayan decayendo
«Los acuerdos están para cumplirse». La Ceoe echa mano de esa frase que esgrimió en su día el exdirigente de Podemos, Pablo Iglesias, ante el presidente, Pedro Sánchez, para reiterar que no dará su brazo a torcer: no hay ninguna posibilidad de alcanzar un acuerdo con el Gobierno para reducir la jornada laboral a 37,5 horas semanales en 2025, por muchas bonificaciones y ayudas directas que ponga encima de la mesa la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz. «Mientras no se respeten los convenios colectivos, no hay nada que hacer», advierten fuentes de la patronal a este periódico. Recalcan, así, que es una línea roja que en ningún caso están dispuestos a traspasar. Los convenios colectivos son un pacto entre las partes (entre los empresarios y los representantes de los trabajadores) y tienen rango de ley, por lo que hay que respetarlos, explican. «¿Por qué los pactos políticos van a estar por encima de la negociación colectiva?», denuncian.
La negociación de la medida estrella de la legislatura que prevé recortar el horario de doce millones de trabajadores españoles encara su recta final pero, en este caso, el desenlace, salvo sorpresa, está claro: el Ejecutivo no contará con el visto bueno de los empresarios para llevar a cabo la modificación de la jornada laboral máxima de las 40 horas actuales a 37,5 horas. Así se volvió a ratificar en el último comité ejecutivo que la Ceoe celebró el pasado 16 de octubre: si no se respetan los convenios colectivos, no hay ninguna opción de acuerdo, porque se dinamita el valor de la negociación colectiva. La única opción de llegar a un pacto sería que el Gobierno accediera a esperar a que los convenios colectivos en vigor vayan decayendo para que la jornada de 37,5 horas a la semana se aplique, así como dar un periodo transitorio más largo a las pymes y a los autónomos para que lo adopten. Hasta ahora, el Ejecutivo ha rechazado esta petición que, sin embargo, no ven con malos ojos los sindicatos. «Si la patronal se compromete a que haya un decalaje y a partir de 2027 o incluso 2028 las 37,5 horas sean ya una realidad, nosotros aceptaríamos. Siempre es mejor que esté la Ceoe, pero tiene que haber un compromiso», reconocen desde UGT, aunque extraoficialmente. Es más, los sindicatos están firmando en la actualidad algunos convenios colectivos que retrasan a 2027 la jornada de 37,5 horas. La semana pasada, por ejemplo, UGT y CC OO rubricaron el primer convenio que protege a los más de 5.000 trabajadores de organización de eventos que contempla una jornada laboral de 37,5 horas semanales para 2027, así como un complemento de flexibilidad para las jornadas irregulares que llegará al 10% en ese año. Incluso se da la paradoja e incoherencia de que CC OO ha suscrito el nuevo convenio de la industria química que recorta la jornada a poco más de 38 horas semanales a partir de 2026, sin rastro alguno de las 37,5 horas.
Lo que sí es previsible es que esta semana será clave en la resolución de esta negociación, ya sea para bien o para mal. Así, el Ministerio de Trabajo ha dado un ultimátum a la CEOE (aunque también ocurrió en julio y luego dio marcha atrás) y ha advertido a la patronal de que en la reunión de este martes presentará su última propuesta de reducción de jornada, en la que además de bonificaciones a los contratos de las empresas de menos de 10 trabajadores (solo uno por compañía y con demasiados requisitos), incluirá una serie de ayudas directas para las pymes de menos de cinco trabajadores y los autónomos, aunque previsiblemente solo los que pertenezcan a cuatro sectores: peluquería, comercio, hostelería y limpieza.
Pero si Díaz no accede a respetar la negociación colectiva y permitir que se cumplan los actuales convenios, la CEOE ya tiene respuesta: dirá de nuevo ‘no’. Y la ministra, como castigo, les retirará las subvenciones ofrecidas, según anunció.