El Senado da luz verde a la jubilación de los bomberos forestales a partir de los 59 años
Las nuevas leyes reconocen a este colectivo y a los agentes de medio ambiente el derecho al retiro anticipado sin recortes en su pensión por ser profesión de riesgo
Un bombero forestal actúa en el foco de un incendio.
Tras más de una década de reivindicaciones y movilizaciones en las calles, los bomberos y agentes forestales dan un paso fundamental en el reconocimiento de sus derechos laborales al otorgarles la posibilidad de acogerse a la jubilación anticipada por pertenecer a una profesión de riesgo, a semejanza de lo que ocurre con sus compañeros que están al servicio de las administraciones y organismos públicos.
Así lo reconoció este miércoles el pleno del Senado, que dio luz verde con apoyo unánime de todos los grupos políticos a dos leyes que beneficiarán a estos dos colectivos formados por más de 26.000 trabajadores, claves en las labores de extinción de incendios en los montes y zonas rurales.
Los más de 20.000 bomberos forestales están ya muy cerca de poder jubilarse a partir de los 59 años sin ningún recorte en su pensión. La nueva norma equipara su jubilación con la de sus compañeros, los bomberos al servicio de otras administraciones públicas, como ayuntamientos, comunidades autónomas, ministerios o aeropuertos, y se regirán por lo dispuesto en el real decreto que establece las normas para poder retirarse antes de la edad legal.
De esta forma, se les reconocerán unos coeficientes reductores del 0,2, lo que significa que cada día, mes, año de cotización se multiplica por este porcentaje.
Así por ejemplo, cada cinco años como profesionales en esta categoría de bomberos forestales la Seguridad Social les computará como seis años y a los veinte se les reconocerá 24 años, con lo que podrán adelantar su acceso a la pensión de jubilación sin ver afectada su prestación, eso sí nunca antes de los 59 años y siempre que hayan cotizado 35 años o más; para los que hayan trabajado menos, la edad mínima de retiro será a partir de los 60.
Además, deberán acreditar un mínimo de 15 años cotizados como bomberos, un periodo similar al que se exige para cobrar la pensión contributiva. A su vez, tendrán que estar en alta en el momento de solicitar el adelanto o bien acreditar dicho periodo estando en otra ocupación en alta. Como contrapartida, existirá una sobrecotización en sus cuotas a la Seguridad Social que tendrán que empezar a abonar.
Un año de plazo para aplicarlo
Pero antes la nueva norma deberá publicarse en el Boletín Oficial del Estado (BOE), algo que podría tardar unos 20 días o más, y a partir de entonces habrá un plazo de un año para que se elabore el reglamento por el que se les conceden los coeficientes reductores y, así, poder aplicar ya estas condiciones de jubilación más ventajosas.
Además, para ello todos estos trabajadores tendrán que estar encuadrados en la categoría de 'bombero forestal', la única que se establece en la nueva ley una vez que se integran en ella las actuales once especialidades que existían en el colectivo.
Algo más complicado para disfrutar de la jubilación anticipada lo tienen los 6.000 agentes del medio ambiente, que también afrontan en muchas ocasiones labores de extinción de incendios, puesto que también les reconocen la aplicación de coeficientes reductores para adelantar la edad de retiro, pero quedan a expensas de un nuevo real decreto que tendrá que habilitar el Gobierno en el plazo de tres meses en el que se establecerán las condiciones.