Amor alerta de la "voracidad" legislativa y recaudatoria del Estado para frenar el emprendimiento

El presidente de la Federación Nacional de Trabajadores Autónomos de España, Lorenzo Amor, ha destacado este jueves en Burgos, en una charla ofrecida en el Foro Económico de Burgosconecta, que las principales quejas de los trabajadores autónomos son la "voracidad legislativa y la voracidad recaudatoria" del Estado. Amor ha criticado "la excesiva" cantidad de legislación que se produce, no solo en el ámbito español sino "también en el ámbito europeo".

Un exceso de leyes y normativas que ralentizan "y ponen demasiadas trabas y trámites en la labor del autónomo", ha denunciado, al tiempo que ha señalado que existe una "voracidad recaudatoria", que en muchas ocasiones ahoga a los autónomos con "impuestos, cada vez más altos y diferenciados".

Así ha puesto de manifiesto la creación del impuesto al diésel o el incremento de los impuestos al consumo, unas todas que "desincentivan" el emprendimiento y por consiguiente, el incremento del número de autónomos.

No obstante, Amor no ha querido dejar pasar la ocasión para referirse "al señalamiento político y social y al insulto constante" por parte de determinada clase política ante el desastre de Valencia cuando se ha estado arrojando mentiras sobre el empresariado, "culpándolos de las muertes".

Por el contrario, ha habido empresarios "que lo han perdido absolutamente todo". Precisamente en la jornada de ayer, Amor se reunía con el rey Felipe VI para tratar sobre estos asuntos. Amor reconoce que los autónomos son uno de los colectivos que siempre "están en queja" pero también han asegurado que son "el eslabón más débil de la cadena productiva".

De hecho, ahora mismo España crece en empleo por encima del 5 por ciento, pero "solo en empresas de más de 499 trabajadores" y sin embargo, se destruye empleo en pequeñas empresas "de uno y dos trabajadores y se mantiene estable en las de nueve o menos". En esta destrucción de empleo autónomo también influye el fenómeno "de la despoblación y la escasa producción de empleo en el mundo rural" que obliga al éxodo.

Mientras que en el ámbito nacional "cada vez hay más número de autónomos", en Castilla y León "desciende más". En ello influye el entorno y el éxodo del tejido empresarial a las grandes ciudades. Amor ha valorado la importancia de estas pequeñas empresas.

Ha recordado que son las pequeñas empresas las que cohesionan a los pueblos y ciudades y eso se pierde con la salida a las grandes ciudades y el abandono de los pueblos, no obstante, desde el punto de vista de la protección social, apenas hay diferencias entre el autónomo y los asalariados.

Por último, el representante de los autónomos ha defendido que el autónomo sale perdiendo en algunos aspectos como el acceso a la jubilación parcial o al subsidio para mayores de 52 años. "Eso sí, un autónomo cotiza el 40 por ciento de lo que cotiza un asalariado y por tanto las prestaciones sociales son menores", ha zanjado.