La política embarra la opa BBVA-Sabadell: el poder dice no
La frase la suscribió a principios de este mes Alícia Romero, la nueva consellera de Economía y Finanzas del Govern catalán liderado por el socialista Salvador Illa. «Nos preocupa esa opa. Hemos hecho llegar al Gobierno de España que no nos gustaría porque significaría pérdida de oficinas, destrucción de puestos de trabajo y dificultades de crédito para las pymes». Una frase relativamente corta que desde un punto de vista político lo tiene casi todo. La situación: «preocupación»; el mensaje: «hemos hecho llegar al Gobierno de España que no nos gustaría»; y la advertencia: «destrucción».
Días después, la suerte de ‘lobby’ negacionista catalán creado en torno a la oferta pública de adquisición lanzada por BBVA para hacerse con al menos el 50,01% del Banco Sababell se anotaba su primera gran victoria al conocer que la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC) acordaba llevar a ‘Fase 2’ su análisis de una operación que ha desatado una auténtica tormenta política en España desde el mismo momento en que se filtró el 30 de abril, en plena campaña de las elecciones catalanas. Si alguien buscaba ‘cargarse’ la operación, el momento era idóneo.
El asunto irrumpió de lleno en los mítines, con el independentismo blandiendo la bandera del ‘no pasarán’ y obligando al PSC a ponerse detrás de la pancarta en la que también estaban situados los grandes empresarios. Y claro, quien dice PSC, dice Moncloa, porque no podemos olvidar que Pedro Sánchez se jugaba muchísimo en unos comicios en los que situar a Salvador Illa al frente de la Generalitat suponía, ‘de facto’, el principio del fin del ‘procés’ y, por ende, el éxito de la estrategia de reconciliación abanderada por el líder del PSOE. Viendo que el consejo del Sabadell apostaba por rechazar la oferta amistosa, la cúpula del banco vasco, lejos de recular, decidió presentar formalmente una opa hostil el 9 de mayo, a sólo tres días de las urnas. Fue entonces cuando el Gobierno español, por boca de su ministro de Economía, Carlos Cuerpo, comenzó a elevar el tono posicionándose en contra de la operación sin contemplaciones.