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El precio del suelo se triplicó desde 1996, con un incremento del 201%

Publicado por
León

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El precio del suelo se triplicó en los últimos siete años (1996-2002) hasta alcanzar un incremento del 201%, por lo que supone casi la mitad del coste de una vivienda, según los últimos estudios de mercado elaborados por los profesionales del sector. Esos mismos datos revelan que tres de cada diez compradores de una casa son inversores huidos de la mala marcha de la Bolsa, lo que hace que buena parte de esos inmuebles permanezcan vacíos ya que sólo un porcentaje mínimo de sus dueños los alquila mientras que el resto los mantiene cerrados al considerarlos sin más «un valor seguro». Madrid y Barcelona fueron, como cabía esperar, las grandes ciudades donde más dinero se reclamó para disponer de un suelo edificable debido al agotamiento de sus centros urbanos y el aumento notable de las poblaciones. Las alternativas, según la consultora Grupo i, pasan por rehabilitar edificios antiguos y, al mismo tiempo, mejorar las comunicaciones con las localidades más cercanas donde, aparte de las carreteras, las infraestructuras ferroviarias de alta velocidad puedan alcanzar una importancia notable a medio y largo plazo. Ciudades como Segovia, Guadalajara, Valladolid, Toledo, Lleida y otras puedan alcanzar un inusitado protagonismo gracias a su conexión por AVE con otras capitales, lo que permitirá situarlas como localidades-dormitorio de los grandes núcleos urbanos donde están radicadas sus centros de trabajo e industrial. El modelo a seguir sería el de Holanda, donde muchas personas trabajan en una ciudad y viven en otra. No obstante, este tipo de alternativas no tendrán repercusión a corto plazo, por lo que la subida prevista para 2003 en los precios de la vivienda se mantendrá entre el 10 y el 15%. El espectacular aumento del coste del suelo no sólo tiene efectos negativos para el consumidor final, sino también para los propios promotores, según los expertos, quienes apuntan que el crecimiento del precio de la vivienda entre 1996 y 2002 fue del 176%, un 25% menos que el de los solares destinados a la construcción de inmuebles. Entre los «culpables» de esta situación figuran las grandes constructoras, las promotoras de suelo, las entidades financieras y las propias familias, que crean «un mercado cerrado del suelo que impide la entrada de pequeños competidores».