Los Quince alcanzan un acuerdo para crear la patente comunitaria

Finalmente, un tribunal común, anejo al Tribunal de Primera Instancia de la UE, con sede en Luxemburgo, y compuesto por tres jueces expertos en la materia, dirimirá los eventuales litigios. El Tribunal deberá crearse «antes de 2010». Hasta entonces, los Estados miembros podrán mantener sus tribunales nacionales, una medida que favorece particularmente a Alemania, que dispone de tres salas -Dusseldorf, Mannheim y Hamburgo- que le reportan importantes beneficios. En cuanto a la cuestión lingüística, los ministros mantuvieron el preacuerdo alcanzado durante presidencia española, en el primer semestre de 2002. Así, el grueso de los documentos necesarios para registrar una innovación deberán estar disponibles en inglés, francés o alemán. Sin embargo, una síntesis de cada patente habrá de traducirse a cualquiera de los 11 idiomas oficiales de la UE, salvo que un Estado miembro renuncie expresamente. Las posibles reclamaciones contra patentes también deberán traducirse a todas las lenguas. La iniciativa de crear una patente comunitaria parte de un plan de acción sobre innovación que la Comisión Europea lanzó en 1996. Su objetivo es permitir a las industrias e investigadores europeos contar con un régimen único para acreditar la propiedad intelectual de sus innovaciones. El procedimiento de registro estará centralizado en la oficina de Munich, aunque las oficinas nacionales desarrollarán funciones de asesoramiento, y podrán recibir y transmitir demandas al buró central. Las tasas de registro serán abonadas a la oficina central, que utilizará el 50% para su propia financiación y distribuirá el resto entre las oficinas nacionales. El secretario de Estado de Asuntos Europeos, Ramón de Miguel, calificó la decisión del Consejo de «gran momento» y se congratuló por el resultado, que, a su juicio, responde a «la batalla casi en solitario de España para defender las oficinas nacionales y el español como idioma tecnológico». El acuerdo deberá ahora ser formalizado por los Jefes de Estado y Gobierno de la UE en el Consejo Europeo de primavera, los días 20 y 21 de marzo. Posteriormente, el reglamento habrá de trasponerse a los ordenamientos jurídicos nacionales y la oficina de Munich, que actualmente funciona como organismo de registro europeo, pero no ligado UE, deberá reformarse. Fuentes comunitarias estiman la entrada en vigor de la iniciativa en 2005 La patente comunitaria rebajará significativamente los costes de registro a los que ahora tienen que hacer frente las empresas europeas.