OPINIÓN Manuel Portela
Más contratos fijos
Las cifras del paro registrado en el Inem y de afiliación a la Seguridad Social que ayer se publicaron parecen mostrar que están funcionando las bonificaciones al empleo estable y, sobre todo, las ayudas a la conversión de contratos temporales en fijos. Sería una manera de explicar los extraños datos que han aparecido. Como dijo el Banco de España, el ajuste de empleo que conlleva toda desaceleración económica se está realizando ahora a costa del empleo temporal. Por eso desde hace unos pocos meses que está cayendo la tasa de temporalidad sobre el total de contratos realizados (ahora en el 89,98%). Puede que además haya ayudado la contratación pública o una mayor eficacia en la Inspección de Trabajo o la demanda de cotizaciones sociales de los inmigrantes regularizados o un activismo sindical o todo ello junto. La pura verdad es que el paro registrado ha remitido en dos sectores, la construcción (un -3,58%) y los servicios (-0,54%), que no deberían haberlo hecho por la fuerte y clara estacionalidad que tienen. En la misma dirección han crecido las altas en Seguridad Social en la construcción (1,09%) y en los servicios (0,86%). Puede que, además del efecto de las bonificaciones, haya incidido que precisamente estos son los dos sectores en los que las empresas han podido subir más los precios y por ello haber ofertado unas mayores subidas salariales. Por lo demás los cambios son escasos. Ha habido un ligero retroceso, del 0,47%, sobre el paro registrado en enero pasado, que ha afectado a casi todas las actividades con excepción de la agricultura y de los jóvenes sin experiencia. Las tres cuartas partes de los contratos indefinidos se producen por los incentivos fiscales. Se mantiene parecido desequilibrio entre los contratos indefinidos y los trabajos temporales. Los dos cambios verdaderamente importantes son el crecimiento de la contratación estable a tiempo parcial por efecto del incremento de la población femenina dispuesta a trabajar y la disminución del paro registrado en la industria. El resto parece estar mostrando el fondo estructural de la bolsa de parados, de aquellos que no logran encontrar trabajo porque su preparación sea distinta a la que demanda el mercado, tienen más de 50 años o exigen mayores salarios de los que se ofrecen. Para estos colectivos «marginados» mejor sería que se utilizase un control del fraude sobre el reciclaje profesional.