Villalonga niega que Telefónica pagara un sobreprecio por la compra de la holandesa Endemol

El ex presidente de Telefónica, Juan Villalonga, negó este miércoles ante el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón que la compañía de telecomunicaciones hubiera pagado un sobreprecio por la compra de la productora de televisión holandesa Endemol (creadora del formato de programas como Gran Hermano y Operación Triunfo), que tuvo lugar en agosto del 2000. El financiero, que tuvo que declarar como testigo por la denuncia que presentó hace un año un grupo de accionistas minoritarios de la operadora, destacó que no hubo pagos de dinero, sino «sólo un canje de acciones», que fue conocido y autorizado por su consejo de administración. Durante las más de dos horas que duró su comparecencia, Villalonga explicó de forma detallada una controvertida operación que llevó a Telefónica a desprenderse de acciones por valor de 4.790 millones de euros, con las que se hizo con el control de una sociedad extranjera que, en principio, estaba destinada a ser la «joya de la corona» de su filial de medios, deficitaria en sus cuentas desde 1997. Según distinto expertos, esa cantidad era diez veces superior al volumen de facturación de Endemol, que en España controla las productoras Zeppelin y Gestmusic. Para el ex máximo responsable de la compañía de telecomunicaciones, esa diferencia de criterio se debe a la cotización bursátil que entonces tenían los títulos de ambas compañías, «excesivamente alta», según reconoció ante el instructor, al que recordó que una participación en la operadora valía entonces 28 euros y hoy apenas llega a los ocho. Asimismo, apuntó que el coste inicial de la operación -unos 5.400 millones de euros- se redujo al final en un 13% por la variación del precio de la acción de Telefónica durante los seis meses que duraron las conversaciones. Sin comisiones Garzón, quien dirigió el interrogatorio acompañado del fiscal anticorrupción Luis Rueda y de dos abogados de Telefónica, se interesó en especial por un supuesto pago de comisiones dado lo elevado de las cantidades acordadas. Sin embargo, Villalonga -que ahora hace la mayor parte de su vida profesional en Miami (Estados Unidos)- insistió en que «aquí no ha habido ni una sola peseta que haya salido de la caja de la compañía», pues únicamente «se intercambiaron acciones», según fuentes jurídicas. Otro de los puntos polémicos de su declaración fue el posible perjuicio causado a los accionistas de Telefónica por la venta de la división de distribución de Endemol, filial encargada de la comercialización de contenidos, en los días previos a la firma del contrato. Pese a confesar que «no conocía los detalles de la operación», Villalonga dijo al magistrado que fue informado de tal extremo y lo justificó en que esa parte de la productora holandesa había registrado perdidas recurrentes en los últimos años. Tras el ex presidente de la operadora declararon, también como testigos, el ex secretario de su consejo de administración, José María Mas, y el ex consejero José María Concejo, quienes confirmaron la versión.