Los prejubilados serán los primeros en ser compensados por el Gobierno

Las declaraciones del secretario de Estado tuvieron lugar en el primer «Encuentro de Consultoría 2003», celebrado en el Palacio de Exposiciones y Congresos. En su discurso inaugural hizo hincapié en la necesidad de abrir la empresa y los servicios públicos a la gestión privada y recordó que su Departamento se encuentra en una situación de cambio permanente desde 1995 porque «desde el inmovilismo no se podrán adoptar soluciones a los retos» que se avecinan, como son el envejecimiento de la población, la nueva estructura familiar, la incorporación de la mujer al trabajo o la reforma de los sistemas productivos. Argumentó que la sociedad evoluciona a velocidad «vertiginosa» y que «todo esfuerzo es poco». En consecuencia, «la Administración tiene que saber adaptarse a las nuevas realidades, cambiar conjuntamente con la sociedad y dar la respuesta adecuada» para que los servicios prestados a los ciudadanos sean cada vez mejores. Los más empobrecidos Posteriormente en pasillos, explicó que no se puede atender al mismo tiempo a todo el colectivo de prejubilados y jubilados anticipados que quedaron empobrecidos tras su retirada obligatoria del mercado laboral. Apuntó, que la comisión examina cómo abandonó cada uno su empleo, porque «unos lo hicieron de mejor manera que otros» y, bajo este primer principio general, existe un segundo que también «tiene que jugar en este caso». Se trata de la duración de las carretas profesionales, y afectaría a aquellos que llevaron «a sus espaldas muchos años de esfuerzo contributivo en beneficio del sistema y de los que en aquel momento cobraban pensión porque ellos trabajaban». Aclaró que los estudios se realizan en la mesa más adecuada como es la comisión de seguimiento del acuerdo de reforma de la Seguridad Social, suscrito en abril de 2001 por el Gobierno, CEOE y CC.OO.. A su juicio, es el foro «que se preocupa en realidad de la defensa de los derechos de los pensionistas» y que, aunque hace «menos proclamas que otros», desempeña «mucho más trabajo efectivo». Con estos comentarios Camps aludió a la actitud de Cándido Méndez, secretario general de UGT, quien demanda un ámbito «muy, muy amplio» para abordar toda la protección social española. Este sindicato no firmó el acuerdo de 2001 y rechaza tajantemente su contenido. Precisamente antes de comenzar su discurso, el secretario de Estado «invitó» al líder de UGT a sumarse a la comisión y «reconocer el error» de no haber firmado un acuerdo tan positivo. Nueva organización Gerardo Camps también destacó el adelanto que será la «inminente» creación de la Agencia Nacional de la Seguridad Social, que empezará a funcionar en el año 2004. Como en otras ocasiones, no dio fecha concreta, pero reconoció que el proyecto puede ser aprobado por el Gobierno a finales del mes de abril. La constitución de este organismo también es un compromiso adquirido por el Gobierno, CEOE y CC.OO. en su acuerdo de abril de 2001. Para Camps el proceso de reformas tiene que alcanzar a las estructuras organizativas de la propia Seguridad Social y la Agencia «será una buena muestra de ello».