Los principales beneficiados son el Estado y las petroleras, y los perjudicados, los consumidores
Los gasolineros advierten de una subida «incontrolada» de los precios
El portavoz de la Confederación Española de Empresarios de Estaciones de Servicio (CEEES), Casto Bravo, aseguró a Europa Press Televisión que en es
En concreto, Bravo señaló que este incremento se experimenta sobre todo en los gasóleos, tanto de automoción, que ha subido unos nueve céntimos de euro en los últimos meses, como en el profesional, que ha experimentado un incremento de precio de unos siete céntimos. Según el análisis efectuado por la CEEES, este incremento «incontrolado» de los precios del gasóleo se debe, sobre todo, a la amenaza de guerra en Irak, «aunque también incide la huelga mantenida en Venezuela durante los últimos meses, lo que ha dejado la producción del país, que es el segundo productor mundial de crudo, en unos niveles del 25 por ciento del total anterior a la huelga». Movimientos especulativos Asimismo, Bravo culpó de esta situación de desestabilización del sector de los combustibles a algunos «movimientos especulativos» que se están produciendo en el sector de las grandes petroleras, ya que, a su entender, tampoco existe una razón para que los precios repercutan en el consumidor de la forma que se está viendo actualmente. «Una serie de operadoras y petroleras están repercutiendo negativamente en el precio final al consumidor, que es lo que en definitiva está haciendo subir el precio del crudo. Esto nos lleva a pensar que se producen estos movimientos especulativos por parte de petroleras o de comercializadoras de esas petroleras», señaló. Esta especulación supone un movimiento «protector» de cara a una intervención bélica en Irak, y según la CEEES, la Agencia Internacional de la Energía ya ha comunicado que las reservas por país están bajando, «y a pesar de que Japón haya anunciado que en caso de conflicto pondrá en circulación unos 300.000 barriles diarios más, pensamos que no será suficiente». En contra de lo que ocurrió en 1991 con la Guerra del Golfo, en la que el aumento de los precios inicial se compensó por una bajada inmediata del carburante tras el conflicto, en este momento, para Bravo, la situación será «diferente». «Ni Japón ni la OPEP asumirían esa escasez, lo que supondrá que los precios tenderán lamentablemente otra vez a subir», explicó. Perjudicados Para Bravo, los principales beneficiados de estas subidas son, en primer lugar, el Estado, que marca el IVA que se debe aplicar sobre los precios de los carburantes, «ya que, evidentemente, no es lo mismo un IVA sobre 100 que sobre 150», y después las petroleras, «que en su mayoría son productoras y trasladan de más la subida del petróleo a los consumidores».