Schroeder cosecha elogios de los expertos y la cólera sindical por recortar las prestaciones
Los recortes a los parados, sanidad pública y pensiones anunciados por Gerhard Schroeder para poner al día el sistema socio-económico alemán han desatado las protestas de sus aliados tradicionales, los sindicatos, que le acusan de romper sus promesas electorales. Para la industria, la patronal y parte de la oposición, el canciller se quedó incluso corto en su propósito modernizador del sistema social de Alemania, un país en que los costes laborales superan el 42% del salario bruto del trabajador. La opinión de los expertos es que Schroeder ha dado como mínimo un paso en la dirección correcta para abaratar el empleo y animar la actividad empresarial. «Ha demostrado mucho coraje y anunciado reformas de amplio espectro», valoró ayer el economista Wolfgang Wiegard, jefe del comité independiente que asesora al Gobierno en materia económica, los denominados «Cinco Sabios». El contrapunto a tales elogios es el alud de críticas de los sindicatos, para los que pensar en combatir el paro recortando prestaciones, cuando no hay perspectivas reales de recolocación de esos parados, es algo más que una ruptura en la cobertura social. Para Michael Sommer, presidente de la Confederación de Sindicatos Alemanes, el concepto de reforma es una «ruptura flagrante de las promesas electorales» de Schroeder, afirma el sindicalista, en declaraciones que publicó ayer Berliner Zeitung.