TRES NIVELES DE TRANSPARENCIA

El coste concreto que tenga el tratamiento de la transacción, ya sea entre entidades del mismo medio de pago o diferentes, oficinas del mismo grupo, etc. Este proceso se estima que en la UE no debería pasar de costar 8 céntimos de euro, pero en el caso español se multiplica esa cantidad por cinco. El coste de la garantía de pago, ante posibles fraudes y para evitar la morosidad. Los comerciantes advierten que España presenta uno de los niveles más bajos de la UE en morosidad en el pago con tarjetas, que no supera el 0,02%, por lo que se considera que este coste debe ser mínimo o nulo. La tercera de las partes de la tasa de intercambio cuyo coste esperan que se conozca con exactitud es la cobertura financiera que se hace de la operación hasta que se realiza el pago. Ese coste es menor en las operaciones de débito, dado que se pagan casi al día, y algo superior en las de crédito. En España, el 85% de las operaciones que se hacen con tarjeta son de débito y sólo el 15% de crédito, por lo que tampoco entienden porque los medios de pago suelen confundir un tipo y otro transacción.