El uso de las sedes del Banco de España se decidirá en verano
La Dirección General del Patrimonio del Estado no decidirá el nuevo uso que se dará a cada una de las treinta sedes provinciales del Banco de España que se van a cerrar como tales hasta bien entrado el verano y pasadas las elecciones municipales, según confirmaron fuentes cercanas a ese proceso. De hecho, aunque los inmuebles se incorporaron a Patrimonio a finales del año pasado, la operación formal conlleva una valoración de los mismos y el pago de cada uno de ellos a la cuenta del Banco de España, a pesar de que todo quede en el ámbito de la Administración central. El protocolo forma suscrito entre el subsecretario de Hacienda, Francisco Uría, y el subgobernador del banco, Gonzalo Gil, para el traspaso de las sedes, no obsta para que se estén haciendo las correspondientes valoraciones de los edificios, que en la mayoría de los casos son históricos y están ubicados en el centro de las capitales de provincia españolas. Incluso se ha encargado por parte de Patrimonio una valoración independiente de cada uno de los paquetes de diez sedes que se liberarán cada año, por finalizar sus funciones como instituto emisor desde la llegada del euro, para tener una estimación lo más exacta posible del valor de esos activos. El traspaso de los edificios a Patrimonio del Estado era una garantía de que se quedarán en el ámbito público, pero no significa que no haya que dar un valor a la operación.