Apenas dos de cada diez jóvenes puede adquirir una vivienda
El panorama de la vivienda para los jóvenes es bastante desalentador, ya que apenas dos de cada diez pueden emanciparse y costearse una casa, debido tanto el encarecimiento incesante de ésta como a las condiciones laborales precarias que dominan en ese colectivo de población. Según el primer informe estadístico realizado por el Consejo de la Juventud de España sobre esta problemática, el precio de un piso supone el doble del esfuerzo financiero tolerable para los menores de 34 años, pues sólo el 30,7% (3,3 millones de personas) dispone de un contrato de trabajo indefinido. A finales del 2002, los 10,8 millones de jóvenes españoles (es decir, aquellos comprendidos entre 18 y 34 años) representaban alrededor de la cuarta parte de la población del país (26,8%), pero sólo el 17,6% -en total, 1,9 millones- encabezaban un hogar. Parte de la explicación a este desequilibrio se encuentra en los parámetros económicos de la vivienda, pues el precio medio de un piso en el mercado libre alcanza ya los 128.773 euros mientras que en el sector protegido es de 79.028 euros. El salario medio de los jóvenes -que se sitúa ahora en los 12.228 euros anuales- hace que el precio máximo de una casa que pueden tolerar sea prácticamente la mitad del coste medio de una vivienda libre e incluso se halle un 16% por debajo del tope que se alcanza en el mercado protegido. De esta forma, la accesibilidad en el sector libre, es decir, aquel que queda fuera del control de la Administración y no recibe subvenciones por ésta, equivaldría al 57,9% de los ingresos de un joven, cifra que se elevaría hasta el 110% para la franja de 18 a 24 años. Los bancos y cajas de ahorros, que sitúan el límite máximo de la solvencia de los compradores de vivienda en una tercera parte de sus emolumentos mensuales.